La sentencia promovida por la jueza Edith Cristiano ordenando el pago indemnizatorio en concepto de daño moral a favor de la hoy gobernadora Fabiana Ríos en la demanda presentada por ésta en 1997 contra el Instituto de Servicios Sociales del Territorio (ISST), tras la cancelación de su designación en planta permanente de ese instituto, puso al descubierto un nuevo elemento de la trama política que parece haber jugado a favor de la designación como tercer vocal del Superior Tribunal de Justicia de Javier Darío Muchnik, toda vez que la actual abogada patrocinante y defensora de la mandataria no es otra que Verónica Muchnik, hermana del nuevo cortesano, socia del ministro de Gobierno Coordinación General y Justicia de la Provincia, Guillermo Aramburu, e hija de Sergio Muchnik, quien fuera además asesor de Aramburu entre enero y junio de 2008.
La información que fue brindada por el director del IPAUSS por los activos, Julio Peralta, apareció de manera accidental mientras éste revisaba el grueso expediente caratulado "Ríos María Fabiana c/ISST s/contencioso administrativo, expediente 668/1997" emitido el pasado 30 de septiembre, donde la jueza Edith Cristiano ordena una indemnización actualizada que llevaría al organismo a tener que desembolsar a favor de Ríos medio millón de pesos.
Sin embargo no es la abultada cifra que debería pagar el jaqueado Instituto Provincial Autárquico Unificado de Seguridad Social lo que llama la atención o pone una luz de alerta, sino la relación directa que posee la mandataria con Verónica Muchnik, de la cual siendo cabeza del Poder Ejecutivo Provincial, ocultó o no dio a conocer Fabiana Ríos al Consejo de la Magistratura, durante el largo proceso de selección del tercer miembro del Superior Tribunal de Justicia, que concluyo días atrás con la jura de Javier Darío Muchnik en el cargo.
Hasta la designación de Muchnik, todas las miradas se habían centrado en las contradicciones y mentiras públicas a las que incurrió sistemáticamente el Ministro político del Gobierno del ARI, en su condición de miembro designado por el Ejecutivo fueguino en el organismo de selección y remoción de jueces de la provincia, al intentar primero ocultar y después minimizar la relación que había mantenido con el padre de su socia y del actual Juez de la Corte. Ajena del debate que se dio principalmente en los medios de prensa, había quedado la Gobernadora y el hasta por entonces Juez de la Sala Penal de la Cámara de Apelaciones de Tierra del Fuego.
Pero sin preverlo, lo que parece un triunfo judicial indemnizatorio a favor de Fabiana Ríos, aparece un nuevo elemento que pone en el tapete los lazos ocultos de una relación al menos profesional y en materia de defensa de la mandataria con los Muchnik.
Silenciado y ausente de toda vinculación, el nuevo cortesano nunca dio explicación de estos hechos que lo ponen desde todos los ángulos, en el centro de un escenario donde se desarrolla otro capítulo de "Justicia Adicta", sobre la base de una conocida convivencia entre el poder judicial y el poder político, del cual el ARI viniera denunciando hasta que fue gobierno.
