E
l director del Museo Marítimo y del Presidio de Ushuaia, Carlos Vairo, aseveró ayer que la aparición de una copia del prontuario de Carlos Gardel constituye un “elemento clave” para demostrar si el cantante estuvo preso en el Fin del Mundo a principios del siglo pasado, cuando todavía era menor de edad.
Vairo ya pidió copias de los documentos que fueron publicados por el diario Página 12 y que señalan a Gardel con el alias de “El pibe Carlitos”, y con antecedentes de “estafador por medio del cuento del tío”.
La versión acerca de que el Zorzal Criollo estuvo detenido en la capital fueguina está instalada desde hace décadas, tanto que en el museo del presidio, que funciona en el mismo edificio de la ex cárcel de reincidentes, hay una celda con el dibujo de Gardel y la explicación que lo liga con aquel lugar.
La hipótesis fue deslizada en el libro “Carlos Gardel” del escritor y periodista Blas Matamoro, y se basa en una tarjeta postal enviada desde Ushuaia en 1907, donde aparece entre otras firmas la de “C. Gardel”.
Varios especialistas, entre ellos Juan Carlos Esteban, titular del “Centro de Estudios Gardelianos”, han refutado esa posibilidad con el argumento central de que en ese tiempo el cantante no usaba todavía el apellido Gardel (un nombre artístico) sino el suyo original: Gardes.
“A mí siempre me han combatido por sostener que Gardel estuvo en Ushuaia. Yo sabía de la existencia del prontuario desde 1996, pero nunca había podido acceder a una copia”, explicó Vairo.
Testimonios y algo más
Según el historiador fueguino, existen testimonios que avalan la teoría de la detención de Gardel en la ciudad de los confines, como “la familia Buezas, ex dueños del Bar Ideal en la calle San Martín”.
“El padre de Manuel Buezas fue guardiacárcel del presidio y le contó a su hijo que Gardel había estado en la ciudad. La familia es originaria de La Coruña. Manuel terminó como director de la cárcel de Devoto en Buenos Aires”, relató Vairo.
También mencionó los dichos de “Villalobos, un arreglador musical de Gardel, cuya familia sabe de la presencia del cantante en Tierra del Fuego”.
“Los Villalobos viven en Puerto Madryn, pero estando en Ushuaia, el nieto del arreglador me contó que siempre escuchó esa historia en la casa”, detalló el autor del libro “El presidio de Ushuaia”, en cuya página 128 también se menciona la misma hipótesis.
Según Vairo, está demostrado que hacia 1907, la Policía de Buenos Aires enviaba a la capital fueguina a menores de edad, de entre 16 y 17 años, que no eran alojados dentro del Penal sino en una Alcaidía situada a unas cuadras, sobre la avenida Maipú.
“Si Gardel era menor seguro no estuvo en el Penal, sino en la Alcaidía, Allí aprendían algunos oficios, como carpintería. También es probable que haya estado poco tiempo, entre un barco y otro, dos meses aproximadamente”, indicó el especialista.
Sobre la publicación del prontuario, Vairo acotó que “en 1996 dos comisarios me advirtieron sobre la existencia de este documento, pero yo nunca lo vi. Ojalá permita confirmar esta versión y poner los hechos en su justa dimensión”, se esperanzó.
De acuerdo a la nota firmada en el matutino porteño por el periodista Raúl Kollmann, los forenses Raúl Torre y Juan José Fenoglio llegaron a la conclusión de que pertenecen a la misma persona tres documentos confeccionados en 1904, 1915 y 1923.
El primero corresponde a la fuga de Gardel de su casa cuando era chico y el segundo es el prontuario cuyo original se habría destruido merced a las gestiones realizadas por el cantante ante el propio Presidente Marcelo T. De Alvear.