a importancia del desarrollo histórico de nuestro territorio es ineludible, ya que nos ayuda a entender y discutir tanto nuestro presente como nuestro futuro. En el caso de Tierra del Fuego, ésta no formó parte del cuerpo de provincias argentinas sino hacia 1990, momento en que se aprobó un proyecto de ley que venía gestándose en secreto desde el gobierno militar. Adrián de Antueno, autor de “Monte Cervantes, carta y recuerdos del naufragio” (2011), formó parte del grupo de militantes que en ese momento concibió dicha ley y discutió activamente sobre cómo debía reorganizarse la provincia con el advenimiento de la democracia. En “Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur: provincialización”, su nuevo libro, De Antueno reúne documentación y da testimonio de los vaivenes que atravesó Tierra del Fuego para llegar a ser lo que hoy es.
-¿Qué razones o inquietudes lo motivaron a escribir el libro?
DA: La razón principal fue el impulso y aliento de los amigos y mi familia para que encarara el desafío de relatar aquellos acontecimientos que ocuparon una buena parte de nuestros desvelos políticos a partir de 1983, ya de regreso a la vida democrática dentro del marco constitucional.
-¿Cómo se gestó el proyecto de provincialización de nuestro territorio?
DA: Durante el último gobierno de facto, con la actividad política y gremial prohibida, un grupo de compañeros de Río Grande y Ushuaia nos reuníamos pensando y estudiando los proyectos que llevaríamos adelante en Tierra del Fuego una vez que se restituyera la vida institucional. Entre las "utopías" que soñábamos, aparecía de manera prístina la provincialización del último Territorio Nacional de nuestro país.
Levantada la veda política, participamos activamente de la reorganización partidaria, en nuestro caso del Partido Justicialista, que derivó en la presentación de candidaturas para las primeras elecciones en octubre de 1983. Así las cosas, el conjunto de los militantes dieron la responsabilidad de ser candidato a Diputado Nacional y presentar el ansiado proyecto de provincialización y otros asuntos necesarios para el desarrollo local, al Dr. Martín Torres, quien tuvo la inteligencia y coherencia imprescindibles, para batallar triunfalmente en el parlamento nacional en una larga lucha de casi ocho años que finalizó el 26 de abril de 1990 cuando el Congreso creó la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
De eso trata el libro que he escrito, esencialmente del trámite parlamentario que recorrió aquel proyecto para transformarse en la Ley 23775, a lo que he agregado en trece capítulos los antecedentes, las consecuencias, la realidad de nuestra provincia y los desafíos que deberá enfrentar en este presente y en el futuro.
-¿Encuentra alguna relación entre el desarrollo político-económico de nuestro país y el proceso histórico de conformación de nuestra provincia?
DA: Absolutamente, podría decir hoy que la provincia se consiguió fundamentalmente por la actitud y compromiso del Diputado Nacional Martín Torres y por el acompañamiento de la Legislatura Territorial, que sorprendió por su firmeza al Gobierno Nacional detrás de una estrategia de unidad y compromiso tras el objetivo perseguido por los fueguinos. Sólo en y desde Tierra del Fuego se podía vislumbrar el agotamiento del Territorio Nacional en lo político, económico y social.
-¿Por qué nuestro territorio fue el último en provincializarse?
DA: Para contestarle esta pregunta debo antes recordar que a junio de 1955 no quedaba ningún Territorio Nacional en el país, todos es decir los nueve aún existentes hasta 1947, fueron provincializados y nuestra jurisdicción y la de Santa Cruz, se unificaron en una sola provincia que se denominó Patagonia por Ley 14408.
Derrocado el gobierno constitucional de Juan Perón, la autodenominada Revolución Libertadora por Decreto 2191 de 1957 separó de la Provincia Patagonia a la de Santa Cruz y recreó el Territorio Nacional, que debió esperar otros treinta y tres años para ser nuevamente una provincia de la República Argentina, la última y la más extensa, llevando en su seno a las Islas Malvinas, del Atlántico Sur y el Sector Argentino de la Antártida.
-¿Qué cuestiones quedan por definirse en relación a la consolidación de Tierra del Fuego?
DA: Las cuestiones esenciales para Tierra del Fuego también lo son para la Nación; sin duda la cuestión Malvinas y del Atlántico Sur es la principal política que debe definir nuestro país para recuperar lo usurpado por la fuerza por Gran Bretaña, no sólo porque nos pertenece sino por la influencia directa que tal situación tiene en la vida interna, política, económica y social de los argentinos.
-¿Con qué dificultades se encontró usted al trabajar en este libro?
DA: Tenía mucha documentación y voluntad de concretarlo, también un fuerte compromiso por dejar este testimonio para las actuales y futuras generaciones, así que respondiendo a su pregunta le digo que las únicas dificultades que tuve fueron las de mis propias limitaciones que traté de que no se notaran mucho.
- ¿A partir de cuándo podrá conseguirse “Tierra del Fuego […] Provincialización”?
DA: Finalizada la presentación (realizada el día de ayer en la ex panadería del Museo Marítimo) estará para consumo, análisis y reflexión de los lectores y se ofrece en las librerías locales, por ahora.
