ntre los considerados barrios en función de su alta densidad poblacional y los agrupamientos de unas pocas viviendas, en Ushuaia hay 41 asentamientos informales. Y en muchísimos casos las familias que viven en esos sectores son fueguinos, lo que va en contra del pensamiento arraigado en la sociedad de que allí solo viven extranjeros y recién llegados.
Así lo manifestó a EDFM la secretaria de Hábitat y Ordenamiento Urbano de la Municipalidad, Teresa Fernández, quien resaltó además que los asentamientos se ubican tanto en la zona alta de la ciudad como en el sector céntrico y en sectores ya urbanizados.
“Nuestro objetivo es que no exista ningún barrio informal”, aseveró la funcionaria, y remarcó que “el Estado tuvo abandonados por muchísimos años a miles de vecinos”, tanto a quienes viven en esos sectores como a quienes integran el registro de demanda de tierras, y “a lo que apuntamos es a dar una solución a todos”, regularizando los asentamientos y entregando lotes a quienes no ocupan e integran la demanda.
Fernández sostuvo que “algunos no tienen la calidad de barrios debido a que se trata de pocas viviendas en algún sector y que también están ocupando informalmente”, pero “es una problemática que hay que tomar como un asentamiento irregular y por ende hay que tomar la decisión de regularizar o en algunos casos reubicar”. Y precisó que “tomando tanto los barrios como los asentamientos de cuatro, cinco o diez viviendas tenemos unos 41 asentamientos informales”.
Asimismo, indicó que “están ubicados tanto en los sectores altos como en el centro o zonas consolidadas, e incluso dentro de urbanizaciones como Andorra”, y lo definió como “una problemática muy compleja porque tenemos vecinos que están asentados desde hace muchos años y no cuentan con servicios”.
Además, enfatizó que “hay una creencia de que todos los que viven en los barrios altos son o recién llegados o extranjeros y no es verdad” ya que “hay muchos pibes nacidos en Tierra del Fuego que han formado su familia y se fueron a vivir a esos lugares”.
En esa línea, dijo que “la falta de políticas habitacionales en los últimos 20 años y los precios de los alquileres y de la tierra privada que se dispararon como consecuencias de ello, hace que no sea posible que una familia, aun teniendo buenos ingresos, pueda acceder a una solución”.
Fernández manifestó que “más allá de que la ocupación no era la manera de acceder a la tierra, creemos que en la mayoría de los casos no se trató de una especulación y que lo hicieron por necesidad. Hablamos de zonas que están impactadas, con vecinos que están viviendo en condiciones muy precarias y es hora de que se los visibilice. Tenemos un desafío muy grande por delante, nuestro objetivo es que cuando termine el mandato del intendente Walter Vuoto no exista ningún barrio informal”.
“La forma hoy de acceder a la tierra no es ocupando porque hay un Estado presente que está planificando la ciudad, y que está definiendo cuáles son las zonas aptas para urbanizar con infraestructura para que todas las familias accedan a la tierra y puedan vivir dignamente”, continuó.
La secretaria de Hábitat hizo hincapié en que “fuimos muy claros con los vecinos, solo vamos a regularizar a quienes vivan en forma permanente en cada lugar. Por eso nos tomamos el trabajo de constatar una por una a las familias. Nos encontramos con algunas cuestiones sobre las que estamos armando un circuito de trabajo para ver cómo las resolvemos, porque en algunos lados también se hacen negocios inmobiliarios a costa de los que menos tienen. Estamos por terminar con ese relevamiento, que además necesitábamos para constatar que aquéllos que están ocupando no sigan integrando la demanda de tierras”.
Mirada integral
Fernández planteó que “acá no solo tenemos que tener la mirada puesta sobre la vivienda si no sobre el hábitat, lo que implica el acceso a la salud, a que puedan llegar los servicios o garantizar el acceso de los mismos, como el caso del gas envasado. En años anteriores era moneda corriente ver a hombres y mujeres acarreando garrafas en medio del hielo o la nieve. Acá el Estado tuvo abandonados durante muchísimo tiempo a miles de vecinos sin importarle en qué condiciones vivían”.
Ene se sentido, destacó que “nosotros tenemos una propuesta integral que abarca a todos y por eso nos tenemos que ocupar de los trabajadores y de los empresarios, de los pibes jóvenes y de los adultos mayores. Y ello implica que debe haber planificación. Si en un barrio tenemos mayoría de niños de hasta tres años no debemos poner un colegio secundario si no un jardín de infantes. Si no lo hacemos, esas familias se tienen que trasladar a otro sector de la ciudad y eso genera, por ejemplo, inconvenientes en el transporte público o en el estacionamiento”.
Añadió que “pensar una ciudad integralmente nos permite resolver no solo el problema de tener un lote para poder construir una vivienda, si no también acompañar todo el proceso que supone una vida. El objetivo es integrar social y físicamente a la ciudad y queremos poder lograrlo lo más rápido posible porque las cosas que no llegan a tiempo no sirven”.
Fernández advirtió que “se perdieron muchos años en la vida de muchas familias por no haber hecho las cosas a tiempo, tanto de las que están viviendo en los barrios informales como de las que esperan en el registro de demanda no atendida de tierras. La tierra está y faltaba la decisión política de distribuirla, y nosotros la tenemos y la tomamos”.
En ese marco, admitió que “notamos que hay muchísimas expectativas y muchísimas esperanzas de que esta vez la cosa sea diferente”, aunque “a veces nos encontramos con personas que vienen muy enojadas y con una postura cerrada, y a partir del contacto que entablamos con ellas se van con una posición absolutamente distinta y nos plantean cómo se puedan sumar para ser protagonistas”. No obstante, admitió que “si no se ven los resultados vamos a provocar una nueva decepción y en el sálvese quien pueda no se salva nadie”.
Por último, Fernández valoró que “estamos trabajando codo a codo con los vecinos en todos los barrios, y pese a que ya no está la presencia de Magi Mar y de la Policía prácticamente no hay ocupaciones. Pudimos entendernos con los vecinos de que somos lo mismo, y que no se trata de ellos y de la Municipalidad”.
