ste día, El Poder Ejecutivo Nacional crea la División Antártida y Malvinas bajo dependencia del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, por medio del Decreto N° 17.040. La nueva dependencia procuraba entender en todo lo relacionado con la defensa de los derechos jurídicos argentinos sobre la Antártida y las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur.
El año anterior se había creado la Subcomisión Islas Malvinas e Islas Georgias del Sur, que estaba encargada de recopilar y estudiar los antecedentes que existían en el país acerca de dichos territorios insulares, con la principal tarea de preparar una obra de carácter oficial sobre los derechos argentinos en esos territorios.
Estas acciones, fueron parte de una estrategia diseñada por el gobierno de Juan Domingo Perón, que procuraba aprovechar la tendencia a la descolonización que se había impuesto con el fin de la Segunda Guerra Mundial.
También se llevaron a cabo acciones concretas en la zona en conflicto. A fines de 1947, la Armada Argentina inició maniobras en las aguas próximas a Malvinas, que incluyeron desembarcos de personal y equipamiento en varias islas del Atlántico Sur. El Reino Unido reaccionó y luego de algunas fricciones menores, las fuerzas argentinas se retiraron.
En 1952, el gobierno anunció sus planes para la ocupación efectiva de esos territorios, lo que devino en una serie de incidentes menores en Bahía Esperanza, en la Antártida. Al año siguiente se produjo un desembarco argentino en la isla Decepción, perteneciente a las Shetland del Sur. Los británicos enviaron nuevamente una fuerza naval para forzar la retirada argentina.
Para fines de 1953, la tensión en la zona de Bahía Esperanza había ya desaparecido, pero, poco después, el punto de conflicto se trasladó a la isla Dundee, donde la debilidad de la capacidad de respuesta británica se hizo evidente. Las maniobras por parte de ambos países se limitaron sin embargo a acciones meramente simbólicas.
En ese mismo año, Perón envió a la ceremonia de coronación de la reina Isabel II al titular del Senado, el contraalmirante Alberto Tesaire, con la propuesta de que el archipiélago pasara a manos argentinas a través de una operación privada de transferencia de fondos. El gobierno inglés no aceptó, debido a la situación política crítica que se vivía en Gran Bretaña.