ste día, el marino alemán Wilhelm Canaris logra huir de su confinamiento en la isla Quiriquina, en el Pacífico austral, donde estaba internado junto a otros trescientos alemanes. La fuga ocurre en momentos que se estaba librando la Primera Guerra Mundial.
Canaris se desempeñaba como segundo comandante del acorazado alemán ‘S.M.S. Dresden’, que fue parte de la escuadra alemana que combatió contra buques británicos cerca de las islas Malvinas. Luego de la batalla el navío fue perseguido por los barcos enemigos durante varios meses, hasta que lograron hundirlo en el archipiélago de Juan Fernández. El gobierno chileno dispuso el confinamiento de los alemanes sobrevivientes del combate.
El ‘Dresden’ había llegado a América para unirse a la flota alemana del almirante Maximilian von Spee. Luego de la batalla de las Malvinas, su vida útil fue breve. Ocho marinos alemanes murieron. El resto de la tripulación fue trasladada a Valparaíso y luego internada en la isla Quiriquina
Quien se iba a convertir “en jefe de inteligencia de la Marina Imperial Alemana durante la II Guerra Mundial tuvo pasado de fugitivo (…) Canaris era un experto jinete. Parte de su huida la hizo a caballo, cruzando desde Chile hacia Argentina (…) De ser exitoso su escape, Canaris debería dar un detallado informe en Alemania sobre lo ocurrido con el buque hundido” (Natalia Messer. Deutsche Welle, 9/3/2016).
“Canaris dice que se dirigió a la agreste y empinada costa noreste, descendiendo por un alto acantilado hasta alcanzar la playa. La marea estaba baja y pudo caminar hasta un bote pesquero que lo esperaba, el cual había sido contratado por el pago de veinte pesos chilenos”, relató el historiador Germán Bravo Valdivieso.
“Más tarde, el teniente alemán cruzaría a caballo hacia Argentina, a través del paso Puyehue, con un pasaporte chileno falso, bajo el nombre de Reed Rosas. Finalmente se embarcaría en Buenos Aires, en un viaje de meses con destino a Alemania. A su llegada, sería condecorado con la Cruz de Hierro”.
El dominio de Canaris de los idiomas castellano e inglés y su experiencia austral, le permitieron generar todo un sistema de espionaje en Latinoamérica, durante el régimen de Adolf Hitler.
La fuga de Canaris no fue la única que sucedió en esa isla “Durante los cuatros años de internación, más de 80 marinos alemanes de la tripulación, entre ellos 7 oficiales, se fugaron” (op.cit.).