l famoso no-generador eólico de la UNTDF bien parece el monumento perfecto a la ironía renovable.
Allí se alza majestuoso, un símbolo de energía limpia... que no genera energía. Tal vez esté reservado para ocasiones especiales, como cuando los molinos de viento peleen realmente contra los gigantes.
Mientras tanto, Ushuaia enfrenta una crisis energética, y nuestro generador parece más interesado en observar las nubes que en producir kilovatios. Quizás funciona en un universo paralelo donde el viento no sopla. En cualquier caso, sirve perfectamente como recordatorio de lo que podría ser: una instalación lista para la acción, esperando el viento perfecto o, quizás, simplemente esperando.