Para acrecentar el conocimiento sobre nuestra fauna

Ejemplar de lobo marino de dos pelos sudamericano hallado muerto será estudiado por biólogos y arqueólogos

05/06/2014
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ías atrás fue reportada por navegantes locales la presencia de un ejemplar de lobo marino muerto en cercanías de las Islas Bridges. Posteriormente, se lo trasladó a la zona del muelle del club AFASYN.
Una vez conocida la información, un grupo de biólogos del CADIC fue en su búsqueda para poder llevar a cabo diversos estudios que proporcionarán datos para varios de los equipos de investigación del Centro.
El ejemplar fue identificado como un macho juvenil de la especie Arctocephalus australis, una de las dos especies de pinnípedos que tienen apostaderos en las islas de las inmediaciones de Ushuaia. “Si bien se trata de un animal con el que estamos bastante familiarizados y del que vemos ejemplares a menudo, siempre se obtiene información nueva cada vez que podemos realizar una necropsia”, afirmó Luciana Riccialdelli, bióloga e investigadora CADIC–CONICET.
La necropsia consiste en realizar la disección del individuo para evaluar el estado general del animal, tomar muestras de sus tejidos –las cuales una vez analizadas proporcionarán información sobre el ejemplar y la especie–, estudiar el contenido estomacal y realizar otros análisis de interés biológico y ecológico.
Los biólogos, ecólogos y otros estudiosos de las ciencias naturales en general, obtienen la información para sus investigaciones a partir de animales que, como en este caso, aparecen muertos por diferentes causas.
Externamente el animal no presentaba heridas o signos de golpes que pudieron haber causado su muerte, pero mientras realizaron la necropsia se encontró un tumor de 15 cm en la zona de la garganta y el pulmón derecho mostraba signos de infección.
“Si bien no podemos precisar la causa de muerte del animal, la presencia de este tumor puede ser una posible explicación”, precisó Natalia Dellabianca, otra de las investigadoras del Centro que participó en la operación.
Pero no solamente las ciencias naturales aprovechan este tipo de circunstancias. También es de sumo interés para los estudiosos de los pueblos originarios de nuestra región. Angélica Tivoli, arqueóloga e investigadora CADIC–CONICET enunció “En este caso nos sumamos los arqueólogos ya que a nosotros nos interesa mucho conocer la anatomía de los animales, el aporte de calorías que pueden brindar para después interpretar mejor la dieta de los pueblos originarios de la región”. Tivoli se especializa en una disciplina denominada zooarqueología, que estudia la forma en que utilizaban los recursos de origen animal. La investigadora orienta sus trabajos al conocimiento de qué especies estaban incluidas en la dieta de los primeros habitantes de la región, mientras que otros arqueólogos, también en el CADIC, se especializan en el uso que se daba a peces, guanacos y mamíferos marinos.
Al finalizar la necropsia, este animal proporcionará el primer esqueleto completo de la especie para los arqueólogos del CADIC y será utilizado como modelo para comparar restos arqueológicos procedentes de los yacimientos estudiados, como así también la piel del espécimen.
“El hallazgo y análisis de este ejemplar complementa diversos estudios que hacemos de esta especie”, concluyó Adrián Schiavini, biólogo e investigador CADIC–CONICET.
Todo el equipo involucrado agradece la información sobre el hallazgo de este individuo de lobo marino de dos pelos reportado por Néstor Giannela, quien se desempeña a cargo de una empresa local de navegaciones turísticas y colaboró desinteresadamente en el traslado del espécimen.
También desean recordar que todo hallazgo de animales muertos es de utilidad para su estudio y siempre este tipo de información es bien recibida tanto en el Centro Austral de Investigaciones Científicas como en el Museo Acatushún (Estancia Harberton).

Algunos aspectos conocidos del lobo marino de dos pelos

Se lo denomina así por sus dos tipos de pelo. Los dos pelos provienen de que de cada folículo piloso sale un pelo guardián que da la estructura y varios pelos finos que conforman el vellón, ambos de distinto largo y espesor. Su piel fue muy requerida debido a la suavidad de su capa inferior y por esta razón fue capturado masivamente hasta inicios del siglo XIX hasta exterminar muchas de sus poblaciones.
Su hocico es puntiagudo y esta característica, junto a su pelaje denso y de coloración oscura, permiten diferenciarlo de la otra especie de pinnípedo, el lobo marino de un pelo, que forma colonias en las Islas Bridges (Bahía Ushuaia) y que es más frecuente de observar en nuestra costa.
El lobo marino de dos pelos es una especie que forma harenes en las temporadas reproductivas. Los animales que frecuentan la Bahía Ushuaia suelen formar su apostadero en uno de los Islotes cercanos al Faro Les Eclaireurs. Llegan a fines del verano, procedentes de otros sitios de la región, donde pasaron su período reproductivo y ocupan un promontorio rocoso, donde descansan, hasta inicios de la primavera.
Se conoce que las hembras pueden vivir hasta 30 años y los machos hasta 20. Su alimentación se basa principalmente en peces y crustáceos. Bucean a profundidades menores a los 50 metros, pudiendo permanecer sumergidos entre 2 y 3 minutos.
En nuestra región, el lobo marino de dos pelos se encuentra principalmente en la Isla de los Estados, donde se alojan las mayores colonias reproductivas conocidas para Argentina. También viven en apostaderos en islotes vecinos a la Península Mitre.
En cuanto a su conservación en nuestro país, es una especie protegida de la caza desde hace más de 50 años. A escala internacional se la considera una especie “insuficientemente conocida”, mientras que en el Libro Rojo de los Mamíferos de Argentina se la categoriza como “especie de preocupación menor”.