A
demás de haber puesto en conocimiento a la Cancillería y a la Subsecretaría de Pesca sobre la potencial violación a la ley de pesca por parte del grupo japonés Nissui y su empresa asociada en el país, Juan Benegas puso en conocimiento de los hechos denunciados al Embajador de Japón en Argentina.
En la nota remitida al diplomático el pasado 1 de enero, Benegas precisa que como Gerente de Operaciones de la empresa pesquera Pesantar, del grupo Nissui, tomó conocimiento de la inconducta de la firma en la que trabaja desde hace 26 años, y que por tal razón solicita su apoyo y ayuda para que sea corregida. Reseña que “la empresa Pesantar, para la cual trabajo, pesca en Argentina con permiso de pesca argentino y la empresa Emdepes pesca en Chile con permiso de pesca chileno (ambas empresas pertenecen al Grupo Nissui)” y que en “noviembre de este año Emdepes compró una licencia al gobierno de Gran Bretaña e inició operaciones de pesca en nuestras Islas Malvinas”, situación que Benegas sostiene “está totalmente prohibida por el gobierno argentino y tiene severas sanciones”
Precisa que “Pesantar para eludir las sanciones intenta vender rápidamente sus acciones a la empresa Lumical, empresa con dirección en las Islas Vírgenes Británicas”, operación que para concretarse debería contar con la venia del “gobierno de Japón, que a través de sus entidades bancarias, debería autorizar la transferencia de acciones y de alguna manera aprobar la venta”. Por ello es que Benegas solicitó al embajador Masashi Mizukami que “por la honorabilidad de los pueblos colabore para que Pesantar no eluda sus responsabilidades. Lo correcto sería que Nissui asuma su culpabilidad sin involucrar a los gobiernos de Japón, Chile y Argentina. Después de todo Nissui no deja de ser una empresa privada que solo por un beneficio económico arriesga las buenas relaciones entre estos países que están trabajando en armonía”.
En su escrito Benegas da por sentado que ni el diplomático ni el Gobierno de Japón “sabían que Nissui en forma secreta y en un acto de traición a la Argentina estaba pescando ilegalmente en Malvinas, lugar donde murieron más de mil jóvenes argentinos que intentaron recuperar las islas” y que sería conveniente “reconocer que los ejecutivos de Nissui tuvieron una producción defectuosa de decisiones al haber generado que el Buque Unión Sur de Emdepes Chile (del Grupo Nissui) pesque en Islas Malvinas con permiso de pesca inglés. Nissui no debería ocultar este error, al contrario, para fortalecer su imagen debería reconocer el error, absorbiendo el costo de las sanciones y de esta manera mantener en lo más alto su imagen”. Entiende además que “esta acción correctiva debería ser inducida por la Embajada de Japón”.
Informa además que a partir de que autoridades argentinas tomaran conocimiento de los hechos por él denunciados “la gobernadora de Tierra del Fuego le ha suspendido los permisos de pesca provinciales al buque Echizen propiedad de la empresa Pesantar” y que “la Subsecretaria de Pesca de la Nación y Cancillería han iniciado una investigación para demostrar que Nissui es la propietaria de Pesantar y Emdepes. Esta relación del grupo económico será demostrada en cuestión de días. También hay pruebas que el Buque Unión Sur de la empresa Emdepes, zarpó de Punta Arenas, Chile, el 03/11/14, arribó a las Islas Malvinas el 7/11/14 y después de recibir la licencia de pesca británica inició, el 9/11/14 tareas de pesca”.
Por otra parte, Benegas explica que aun siendo “empleado de Pesantar y por ende de Nissui” ha “denunciado esta situación para que se investigue por ser ante todo “argentino”. “¿Qué pensaría usted de un ciudadano japonés que atentara contra la soberanía de Japón para el beneficio de una empresa de Rusia o de China?” interroga al diplomático, a lo que responde que “estoy seguro que usted por ser un hombre honorable hubiese actuado igual que yo en la misma circunstancia. Usted por ningún dinero ni seguridad personal actuaría en contra de la soberanía de Japón”.