a Prefectura Naval Argentina con asiento en la ciudad de Río Grande logró contener un derrame de petróleo que se produjo en proximidades de la monoboya del cargadero de Río Cullen. El hecho se produjo el pasado viernes el horas de la tarde, cuando una pequeña fisura en el ducto de la monoboya produjo una vertiente de combustible, que se transformó en una mancha en el agua.
El subprefecto Edgar Ortiz, jefe de Operaciones de la Prefectura a cargo de la Jefatura de la Dependencia Río Grande, comentó que una vez que fue detectada la presencia de crudo de exportación en el agua, el personal jerárquico de la empresa Total Austral dio cuenta del hecho a la Prefectura, que es la autoridad marítima que atiende este tipo de situaciones.
"De inmediato, se puso en marcha el plan de contingencia, realizándose en primer lugar un vuelo de reconocimiento, con personal de la empresa y de la Dependencia Río Grande de la Prefectura, a los efectos de constatar la magnitud del incidente", explicó Ortiz. De ese modo, se dispusieron distintas medidas de seguridad, tendientes a evitar la propagación de la mancha, procediéndose a identificar la fuente y a su dispersión mecánica, para la eliminación del fluido.
Asimismo, señaló que "una vez detectada esa pequeña fisura, el equipo de buzos de la empresa la obturaron", solucionándose el inconveniente y "en horas de la mañana del sábado se realizaron inspecciones subacua, constatándose que no existían nuevas fugas de hidrocarburos".
Hasta la jornada de ayer no se había constatado la cantidad de crudo que se había vertido al mar, y aseguró que el mismo "no llegó a tierra, teniendo en cuenta que el viento soplaba del oeste y la corriente era favorable para que la mancha vaya hacia mar abierto".
Finalmente, la fuente contaminante se encuentra controlada totalmente; mientras que el personal de la Prefectura Naval labró las actuaciones pertinentes, a los efectos de individualizar los motivos que generaron la fuga y las responsabilidades de la misma.
