a mejoría meteorológica experimentada a partir de la madrugada de ayer dejó sin efecto el estado de alerta en el que se encontraba el personal de Defensa Civil del Municipio capitalino. La notoria merma en la cantidad de lluvia caída rápidamente hizo que disminuyera el caudal del río Pipo y del arroyo Buena Esperanza, lo que aventó el riesgo de posibles desbordes de esos cursos de agua que atraviesan la ciudad capital. Durante la jornada del lunes los registros marcaban una precipitación acumulada de 25 milímetros, lo que contrastó con los 0,4 milímetros de lluvia de ayer. A pesar de ello, la situación seguía siendo complicada en la zona rural cercana a Ushuaia, producto del desborde en el cauce del río Olivia.