E
l secretario de Organización de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Paulo Baiz, confirmó ayer a EDFM la presentación de una denuncia policial contra el director de la Dirección Provincial de Obras y Servicios Sanitarios, José Mansilla, por la aparición en el arroyo Grande de Ushuaia, a pocos metros de la toma de agua de la planta potabilizadora Nº 3, de un tubo de hipoclorito de sodio que presentaba una pérdida de ese gas.
Asimismo, señaló que la denuncia será trasladada a la jueza de Instrucción María Cristina Barrionuevo, a quien se informará el nombre de quien habría dado la orden de arrojar el tubo al agua.
Según informó Baiz a este medio, la denuncia contra Mansilla es tanto por la disposición irregular del tubo como por no haber cumplimentado con los protocolos de seguridad previstos para situaciones de este tipo.
Cabe recordar que los propios trabajadores de la planta 3 fueron quienes advirtieron la presencia del tubo en el arroyo, atado a una cuerda para que la corriente no lo arrastrara, y posteriormente realizaron la denuncia correspondiente, lo que motivó la intervención de la Policía de la Provincia y de Bomberos Voluntarios.
En declaraciones a la emisora FM del Sur, citadas por SUR54.com, Baiz manifestó que “acá tiene que haber un responsable” porque “alguien dio la orden de tirar ese tubo al arroyo”, y remarcó que “cuando nos llamen a testificar acercaremos las pruebas”, e incluso fue más allá y afirmó que “los trabajadores saben quién dio la orden (de arrojar el tubo al agua) pero preferimos darlo cuando nos llamen a testificar”.
En cuanto a los protocolos a seguir en estos casos, el sindicalista apuntó que “cuando hay pérdida de un tubo de hipoclorito el procedimiento de emergencia dice que se debe comunicar a la Policía, a los bomberos, a Defensa Civil y a la empresa que transporta los tubos”, y luego “se trae una cápsula, se pone el tubo dentro de la misma y se la cierra con una espuma”.
Al respecto, no descartó que “para evitar todo eso se haya arrojado el tubo al arroyo”, mientras que otra posibilidad es que “algo funcionara mal dentro de la planta” en el proceso de potabilización y por ello “se haya tirado un tubo fuera de la misma” aunque dijo que “dudo que sea esto”.
Aunque advirtió que la presencia de cantidades significativas de hipoclorito de sodio en el agua puede provocar diversos trastornos con casos extremos de “úlcera y cáncer”, mientras que al tratarse de “un gas pesado que queda en la superficie, una inhalación de solo 30 segundos puede provocar un desmayo”, y una exposición más prolongada hasta la muerte.
Sin agua y sin información
Por otra parte, al igual que sucediera tras los cortes del servicio de agua potable que afectaron a la capital provincial desde la madrugada del domingo, desde la DPOSS no hubo ninguna información oficial al respecto, y tampoco comunicado alguno desde el Gobierno provincial.
La falta de reacción desde el Ejecutivo provincial es llamativa y preocupante, sobre todo teniendo en cuenta los riesgos para la salud de los trabajadores de la repartición y de la población en general, que puede significar la posible exposición y consumo a niveles elevados de un gas altamente tóxico.