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as pericias realizadas por la División de la Policía Científica de Tolhuin confirmaron que el Porsche 928 GT de la producción del programa británico Top Gear tenía sustituida su patente original por otra falsa en el momento en que circulaba por la Ruta Nacional Nº 3 y fue abandonado en la intersección con el camino a San Pablo el jueves 3 a la noche, junto a los otros dos autos deportivos que también protagonizaron una polémica por sus alusiones a Malvinas en sus respectivas matrículas.
El Porsche del conductor y líder de Top Gear, Jeremy Clarkson, había ingresado al país y a la provincia por el Paso Fronterizo de Bella Vista con la patente “H982 FKL”, que desató el descontento popular porque fue interpretada como “Falklands” –como llaman los británicos a las Malvinas– más el año de la guerra: 1982.
Sin embargo, cuando el mismo automóvil fue abandonado junto al Lotus Esprit de James May y el Ford Mustang Mach I de Richard Hammond, no llevaba patente delantera y la trasera era otra distinta: “HI VAE”, como certificó la vista fotográfica tomada por efectivos policiales de la Comisaría de Tolhuin, donde los tres coches fueron llevados y tapados con un plástico hasta su posterior traslado a Río Grande, adonde se encuentran actualmente.
De esta forma, se demuestra que alguien cambió la patente original del auto (la que además figura en la documentación oficial exhibida por la producción del ciclo televisivo) por otra cuyo origen se desconoce.
Fuentes judiciales consultadas ayer por este medio confirmaron que la maniobra constituiría el delito de “Falsificación de sellos, timbres y marcas”, previsto en el artículo 289 inciso 3 del Código Penal.
La figura prevé penas de seis meses a tres años de prisión para el que “falsificare, alterare o suprimiere la numeración de un objeto registrada de acuerdo con la ley”.
Según fuentes de la Justicia Federal, el delito es provincial porque supone el cambio de la matrícula, mientras que sería federal si se hubiese adulterado un documento relacionado a los autos.
Sin embargo, hasta ayer a la noche, la Justicia provincial no había abierto ninguna causa en relación al tema y aducía desconocimiento sobre la existencia de dos patentes para un mismo vehículo.
El juez de Instrucción que podría intervenir en el caso es Héctor Ochoa, de turno al momento de los hechos, pero en la víspera aún no había recibido ni denuncias ni la documentación oficial (pericias y muestras fotográficas) a las que sí tuvo acceso este medio.
Si bien la circulación de la caravana de Top Gear por la Ruta 3 se dio en un momento de suma tensión, incluso con el incidente de la pedrada a los rodados en su paso por Tolhuin, cuando se marchaban de la provincia por la presión de ex combatientes de Malvinas, funcionarios y la población en general, lo cierto es que la Policía tenía autoridad para detener al conductor del Porsche si hubiese constatado que transitaba con una patente distinta a la original.
También es verdad que pese a constatarse la irregularidad en la Comisaría de Tolhuin, a cinco días del hecho, la información no había sido comunicada todavía a las autoridades judiciales, de manera de generar por esa vía el inicio de una investigación penal.
“Cabeza de pene”
El Porsche, el Lotus y el Mustang estuvieron tapados con un nylon y maderas para que el plástico no se vuele, en el predio de la dependencia policial del centro de la isla, hasta que las autoridades dispusieron su traslado a Río Grande por miedo a que los habitantes de la localidad embistieran contra los autos una vez más.
Funcionarios del Gobierno provincial, como el secretario de Asuntos Registrales e Institucionales, Mariano Plecity, dijeron que la actuación policial cumplía solamente la función de “resguardar” los vehículos hasta tanto dispusiera sobre ellos la Aduana Nacional o la Cancillería.
No obstante, antes de quedar detenidos en Tolhuin, los autos fueron minuciosamente requisados por la Policía y en el interior aparecieron una extensa lista de objetos y documentos pertenecientes a la producción del programa televisivo.
Los objetos más llamativos fueron, justamente, otras dos patentes (dentro del Porsche) una blanca y otra amarilla, ambas con la inscripción “BEII END”.
Si bien la traducción literal del inglés podría interpretarse como “campana final”, distintas fuentes consultadas ayer por este medio dijeron que la palabra “Bellend” (todo junto) es en realidad un insulto que hace referencia al glande, o cabeza del pene. De ello se desprende que la producción de Top Gear pudo haber intentado aquí otra ironía jugando con el sentido de una nueva chapa patente, igual que ya lo había hecho con la alusiva a la guerra de 1982. El uso final de esa inscripción quedó truncado por la intempestiva salida de la caravana o bien ya había sido usada durante la filmación en la cima del Cerro Castor.
Lo mismo sucedió con los cuatro Fiat Siena pintados de celeste y blanco y numerados del 1 al 5 que habían sido comprados en Brasil y que iban a usarse como parte del rodaje en Ushuaia (al parecer para simular un partido de fútbol) y cuyas fotos difundió ayer el sitio argentino Autoblog.
Además de las patentes BEII END, la Policía confiscó dentro de los autos deportivos una micro cámara de filmación portátil marca Toshiba full HD, con lente de 43 mm y un equipo de edición y grabación digital con componentes varios, marca Hammond, además de micrófonos, auriculares, conectores, baterías, luces, transmisores, ropa, herramientas y quince memorias marca Delkin Devices, cuyo contenido (sobre si contienen o no filmaciones) se desconoce, entre otros elementos.
También fueron hallados los papeles oficiales de los vehículos, comprobantes de seguros, las licencias de conducir de los periodistas británicos y carpetas tamaño A4 con anotaciones de la producción del programa.
Por último, una almohada de color negro, y la inscripción “Love kills slowly” (el amor mata lentamente).