l Gobierno Nacional oficializó ayer la baja gradual del impuesto interno para los productos electrónicos (celulares, aires acondicionados, televisores, monitores y microondas entre otros) no fabricados Tierra del Fuego, que formó parte del acuerdo multisectorial firmado semanas atrás en Buenos Aires para garantizar la continuidad de la industria fueguina.
El decreto 979 publicado en el Boletín Oficial de la Nación, lleva a 0% la alícuota para los productos fabricados en la provincia, mientras que reduce paulatinamente el impuesto a los no elaborados aquí, hasta llevar la tasa al 0% pero en 2024.
La medida se relaciona con el acuerdo suscripto entre la provincia de Tierra del Fuego, sindicatos y cámaras empresarias para mejorar la competitividad del sector, del que participaron los gobiernos nacional y provincial, la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (Afarte) y la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).
“Buscamos caminos graduales para resolver problemas estructurales. Este compromiso de todos era impensado hace unos años”, afirmó el ministro de Producción, Francisco Cabrera, al momento de la firma del acuerdo.
El ministro destacó también que “el acuerdo busca reducir el precio de la tecnología, que afecta transversalmente la competitividad de toda la economía, preservando los puestos de trabajo del sector, y al mismo tiempo diversificar el perfil productivo de la provincia”.
Las alícuotas del impuesto interno para los productos importados se reducirán desde el 17 al 10,5% desde 2018, y llegará al 9% en 2019, al 7% en 2020, al 5,5% en 2021, al 3,5% en 2022, al 2% en 2023 y a partir del 2024 será del 0%.
Además, las partes se comprometieron a llevar adelante una serie de medidas para mejorar la productividad y la competitividad de la industria fueguina, y entre ellas, las fábricas adecuarán los procesos productivos previstos en el régimen para bajar los costos de producción.
También se está trabajando en un plan de mejora para la baja de los costos aduaneros y de transporte marítimo, en la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCE) y en un plan de mejora de la seguridad de las rutas.
Se profundizarán los esfuerzos para eliminar el contrabando, especialmente de los productos fabricados en la Provincia, y en el marco de la rebaja progresiva de los impuestos internos para la telefonía celular, se buscará facilitar y simplificar el comercio mediante el pase de licencias no automáticas a licencias automáticas.
Por su parte, el gobierno provincial se comprometió a reducir los costos portuarios; mientras que las empresas llegaron a un acuerdo con los sindicatos para congelar los salarios durante dos años, desde junio de 2018 a junio de 2020, a cambio de que no se produzcan despidos.
Negociación y desafíos
Tanto las autoridades fueguinas como los industriales destacaron que la idea original del Ministerio de Hacienda de la Nación fue reducir a cero los tributos internos no fabricados en la isla, lo que hubiese generado “un perjuicio enorme” para el régimen promocionado, señalaron.
En esa línea, reconocieron que la unificación de posturas surgida de una convocatoria realizada por la gobernadora Rosana Bertone, poco después del anuncio de la quita de impuestos, permitió entablar una negociación “fructífera” en la que “todas las partes tuvimos que ceder algo”, remarcaron.
“Recordemos que desde 2018, el impuesto a teléfonos celulares, monitores y televisores, entro otros productos no fabricados en la provincia, se reduce del 17 al 10,5%, pero también disminuye del 6 al 0%, el que pagan los productos fueguino, con lo que la ventaja comparativa se sigue manteniendo”, explicó el ministro de Industria de la provincia, Ramiro Caballero, tras el acuerdo alcanzado con la Nación.
El funcionario mencionó como uno de los “beneficios inmediatos” de la medida, que “impactarán favorablemente en el precio final de los productos”, una condición que era indispensable para la postura del gobierno central.
“La Nación entiende que debe ir quitando impuestos en toda la Argentina para ser más competitivos y nosotros coincidimos con ello. El gran trabajo que nos queda es consolidar esa competencia y lograr una industria más sólida”, afirmó.
Según Caballero, las mejoras en el sector se deberán realizar de manera paulatina durante los próximos seis años, y para eso hará falta “un mayor compromiso de todos los involucrados”.
“El acuerdo suscripto con el gobierno nacional reconoce la potencialidad del sector industrial radicado en la provincia. Nos queda ahora crecer y diversificarnos. Para eso habrá mejoras desde la provincia, desde Nación y desde las propias empresas”, enfatizó.
El ministro dijo que entre la agenda de temas a resolver figura desde “voltear circuitos administrativos que son obsoletos”, hasta medidas contra el contrabando y cuestiones logísticas como el abaratamiento del transporte marítimo y terrestre.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE), Federico Hellemeyer, coincidió en que para la firma del acuerdo de reducción gradual de los impuestos internos hubo concesiones que hicieron “los cuatro sectores que participaron de la tratativas: el Gobierno Nacional, el Gobierno Provincial, el sector empresario y el sector sindical”.
Hellemeyer remarcó que sin la gradualidad que establece el decreto 979, publicado hoy en el Boletín Oficial, “no hubiera habido más actividad productiva”, y destacó que aún de esta forma las empresas “cambian drásticamente su ecuación económica, con una resignación de su rentabilidad muy sustancial”.
“Esa pérdida de rentabilidad se irá incrementando con el paso de los años, por lo que nuestras industrias deberán volverse más competitivas en 2024 cuando los impuestos lleguen a cero”, señaló el titular de AFARTE tras la firma del acuerdo con la Nación.
Asimismo, entre los desafíos que deberá afrontar el sector en los próximos años, mencionó desde una “renegociación de las fábricas con sus proveedores de logística y transporte que impacte en su estructura de costos”, hasta “un trabajo específico en su cadena de valor para reducir los costos internos de manufactura y volver más eficiente los procesos de producción”, además de “lograr mejores condiciones en su relación con los proveedores extranjeros de materias primas”.