las 14 horas, de este día, se da la señal de largada de la primera carrera de motos de Tierra del Fuego. Se realiza en Río Grande y tuvo su punto de inicio en la esquina de San Martín y Fagnano. En ese lugar, el municipio local instaló, muchos años después, un cartel conmemorativo.
La competencia había sido organizada por el salesiano José Forgacs y Víctor Jesús Donoso, como parte de los actos que se llevaron a cabo para homenajear a San Juan Bosco, patrono de la ciudad.
Los participantes de esta carrera fueron: “Antonio Maldonado, Raúl Rogolini, Fernando Aguilera, Renato Aguilar, Rubén Maldonado, Víctor Donoso (hijo), Juan José Degratti, Orlando Bravo, Alfredo Ojeda y Bernardo Guerrero” (Centro de Antiguos Pobladores).
Antonio Maldonado recordó que él había comprado “la primera moto. Ese día, la mayoría eran Zanella, Juan corrió con Alpine, había alguna Mival -también de Zanella- y una que otra Puma, todas de fabricación nacional” (diario “El Sureño”, 31/1/2018).
Aguilera repasó el trazado del circuito: “Fueron 15 vueltas, se desarrollaba velocidad. Desde San Martín y Fagnano se iba por la avenida, hasta Espora, por esta se doblaba en Lasserre y de allí hasta la avenida Belgrano. Se tomaba esta por su correspondiente mano, y al llegar a San Martín se hacía una curva y contracurva, pasando por delante del busto a San Martín (…) De aquí quedaban dos cuadras para cerrar cada vuelta. Se llegaba a levantar unos 100 kilómetros, andábamos rápido”.
El día anterior hubo pruebas clasificatorias, largaban tres o cuatro motos para sondear el estado de las máquinas. Todos volvieron a correr el día siguiente.
Maldonado recordó el accidente que protagonizó en esa previa: “En San Martín y Fagnano (…), por esos años existía un kiosco (…) Antes de doblar Espora hacíamos la diagonal, me confié, iba muy fuerte, y la pedalina toca el cordón del bulevar, me desestabiliza, no me dio tiempo a nada. Salí directo para el kiosco, le pegué al cordón, subí a la vereda, le di al cerco, y caí adentro del terreno, que estaba lleno de madera. Cuando me saqué el casco, lo golpee y parecía que salía harina”.
“La prueba fue más para darnos un gusto que una competencia en sí. Nosotros no teníamos idea del manejo en carrera, por ahí hay una foto donde la moto está inclinada para un lado, y el piloto para el otro”, concluyó Degratti, quien utilizó la misma moto que había usado para unir Ushuaia con Alaska (op.cit.).