n una carta fechada este día, el ministro inglés Woodbine Parish informa al ministro de Relaciones Exteriores, lord Aberdeen, sobre la reunión que había sostenido con Luis María Vernet. En un párrafo del texto, Parish interpreta que él “estaría, a mi parecer, muy feliz si el Gobierno de Su Majestad tomase su asentamiento bajo protección: Él zarpa para las Falkland con su familia en cerca de un mes, y piensa pasar, según él me dice, algunos años allí promoviendo los objetivos de esta colonia” (Peter Pepper. Dossier “Más allá de la historia oficial”).
Vernet le entregó “una copia de sus concesiones y una descripción de la gente en su asentamiento en aquel momento”.
En 1826, Vernet había realizado una incursión en Malvinas, con un plantel de 25 peones, para explotar el ganado bagual disperso en el interior de las islas.
Dos años después, negoció con el Gobierno de Buenos Aires la concesión en Malvinas, con el añadido de la isla de los Estados y los derechos de pesca en las islas y el litoral Atlántico. Petición que fue concedida con una exención impositiva por veinte años.
El 10 de junio de 1829, asumió la Comandancia Político y Militar de las Malvinas. Poco después de “partir de Buenos Aires para las islas, Vernet le llegó a escribir dos cartas a Parish invitándolo a invertir en la colonia”.
El 7 de noviembre de 1831, luego del incidente con barcos norteamericanos y la represalia de la “Lexington”, Vernet se embarcó con su familia con destino a Buenos Aires y nunca más regresó a las islas.
Luego de la ocupación británica de las Malvinas, Vernet siguió operando su estancia de Puerto Luis y negociando con los ocupantes el establecimiento de una sociedad para continuar con sus actividades. Ante la falta de acuerdo, decidió “reclamar el tema de sus pérdidas financieras con Gran Bretaña” y solicitó un resarcimiento “por sus casas, sus bienes móviles, etc. en especial los caballos adiestrados para cazar que había llevado a las Falkland para ser usados por los gauchos (…) partió para Gran Bretaña donde llegó en 1852. Vernet se presentó ante la Colonial Office reclamando una indemnización de £14.296, que con intereses ascendía a £28.000”.
“Gran Bretaña aceptó el reclamo de Vernet por sus caballos de caza y le ofreció finalmente £2.400, de las cuales £550 fueron retenidos (…) Vernet (…) de mala gana, aceptó la oferta en 1858” (op.cit.).