uele pasar, lamentablemente, que algunos automovilistas se fastidian cuando circulan por calles y avenidas en los que los muchachos de la Municipalidad o de Agrotécnica Fueguina limpian cordones y canteros. Y no falta quien los insulta, los apura con la bocina o les “tira” el auto encima. ¿Tanto cuesta tener un poco de paciencia con el trabajo del otro? A veces parece que sí.