ste día, el marino inglés John Narborough desembarca en Puerto Deseado y toma posesión de todas las tierras, costas y mares en nombre del rey Carlos II, adjudicándose a la Patagonia “durante un siglo como pertenencia de dicho monarca” (Rodolfo Cananor. Cronología patagónica).
Esta misión exploradora austral había partido del puerto de Londres el 26 de setiembre de 1669. Fue financiada por la corona inglesa y estaba compuesta por dos navíos: el ‘Sweepstakes’ de 300 toneladas, 36 cañones y 80 hombres bajo el mando de Narborough y el ‘Bachelor’ de 70 toneladas y 4 cañones con una tripulación de 19 hombres y un niño, bajo el mando del capitán Flemming.
El propósito de la expedición era sondear las potencialidades del comercio, para ese fin llevaban cuchillos, tijeras, espejos, hachas, agujas, tabaco, pipas, telas y clavos. También se expresaba la voluntad de ocupar para la corona inglesa los territorios a ambos lados del estrecho. Las naves partieron aprovisionadas para un viaje de catorce meses.
Al llegar al golfo San Jorge los navíos se distanciaron. La ‘Sweepstakes’ permaneció un mes en Puerto Deseado. Narborough al tomar posesión, con su marinería como testigo, pronunció un discurso de conquistador: “Yo tomo posesión de este puerto y río Deseado y de todos los territorios de este lugar en ambas orillas en nombre de su Majestad Carlos II de Inglaterra y sus herederos. ¡Dios salve al Rey!”
Luego, continuó su viaje hacia el sur, penetró en el estrecho el 22 de octubre. Donde tomó notas y describió hidrografía, paisajes, recursos naturales, clima y los habitantes de la región, especialmente su apariencia, armas, adornos, etc. “Los indígenas de esta tierra según me parecieron: algunos tienen ropa suelta de pieles de animales, otros desnudos. Sus armas son arcos y flechas. Tienen una estatura mediana, no más que un inglés típico; Tienen un color leonado como los indígenas de Nueva Inglaterra y se pintan completamente con grasa y tierra roja: no obedecen a ningún jefe y parece que cada uno hace lo que quiere hasta donde pude apreciarlo. Como adornos esta gente tiene pequeñas conchas brillantes que las mujeres llevan como gargantillas, también algunas pulseras y conchas de moluscos. Vi varios hombres mujeres y niños, pero no pude percibir nada de valor entre ellos” (Mateo Martinic, David M. Moore. Las exploraciones inglesas en el estrecho de Magallanes 1670-1671).