ntidades públicas y organizaciones no gubernamentales comienzan una campaña para preservar el ambiente del estuario del río Gallegos. Ese espacio natural es el sitio elegido por el macá tobiano para invernar y en la época estival por el playero rojizo en sus largas migraciones. La campaña estuvo propiciada por la Asociación Ambiente Sur, la Agencia Ambiental Municipal, la Red Hemisférica de Reservas para las Aves Playeras y Rare Conservation.
El ave fue descubierta y catalogada recién en 1974. El macá tobiano es la especie emblemática de la Patagonia austral, dado que el único sitio del mundo donde habita es la provincia de Santa Cruz. La urgencia de la campaña es porque la especie fue incluida en la lista roja de las amenazadas de extinción y podría desaparecer al cabo de diez años. Desde 2010 fue categorizada como especie globalmente amenazada.
Se trata de un ave zambullidora, que habita lagos y lagunas de las mesetas patagónicas por encima de los 700 metros sobre el nivel del mar entre noviembre y marzo, para luego desplazarse hacia la costa atlántica, en los estuarios de los ríos Santa Cruz, Coyle y Gallegos.
"El macá tobiano es un símbolo de la Patagonia, porque no existe en ningún otro lado del mundo, y puede desaparecer", afirmó Hernán Casañas, coordinador del Proyecto Macá Tobiano, resultado de un convenio entre Aves Argentinas y la Asociación Ambiente Sur, de Río Gallegos. Es frecuente que “naturalistas de todo el mundo visiten nuestro país cada año para poder observar al macá tobiano en su hábitat natural” (Diario La Nación, 2/6/2012).
“De los 3.000 o 5.000 individuos que se estimaron en los años 80 se pasó a una población que difícilmente llega a unos 800 en la actualidad. Entre las causas de la reducción de la población de esta ave, una de las más importantes es la presencia de especies exóticas en su ecosistema. Por ejemplo, la trucha introducida en muchas de las lagunas en las que el macá tobiano hace sus nidos, cambia la calidad del agua y compite con el ave por los mismos alimentos. Las truchas grandes, incluso, pueden llegar a comerse a los pichones. Otras especies que afectan a la población de macaes en la Patagonia son el visón americano y la gaviota cocinera, que son muy comunes en la costa argentina pero se ha multiplicado en colonias tierra adentro. Las gaviotas directamente se comen los pichones y los huevos del macá”.