isita la región austral el periodista José Manuel Eizaguirre y comienza a escribir sus crónicas sobre Tierra del Fuego, que serán publicadas en el diario ‘Sud América’, y que se convertirán en las primeras en describir su gente, sus paisajes y su fauna, escritas por un profesional.
Los 24 artículos fueron luego recopilados en el libro ‘Tierra del Fuego’, donde, en sus 277 páginas, “refuta la fama de Tierra del Fuego como una ‘tierra de tempestades y playa de naufragios’ exclusivamente, destaca la singular belleza de los canales sureños y registra los bruscos cambios climáticos” (Guillermo Giucci. Tierra del Fuego: la creación del fin del mundo).
“Le pareció que la bahía Desolada, en la extremidad suroeste de Tierra del Fuego, merecía su nombre (‘allí reinaba una fría y completa desolación) y escuchó cuentos como los loberos maltrataban a los indios y les robaban las pieles de nutria y las mujeres. A causa de la vida miserable que llevaban los indígenas en la misión de Ushuaia, consideró inútil el trabajo de los misioneros anglicanos. Más aun, anunciaba la extinción de los fueguinos canoeros: ‘Los yaganes se acaban –es una raza que gradualmente desaparece, y con los yaganes, los alacaluf-, los indios de canoa en una palabra, todos los que pueblan los canales, van desapareciendo víctimas del raquitimismo, de la anemia y de la tisis’”.
Eizaguirre realizó un extenso periplo circunnavegando la isla. “Por tres meses recorrió las costas y poblaciones que van desde Punta Arenas hasta San Sebastián, pasando por Ushuaia, Gable, Puerto Bridges, Picton, Sloggett, Buen Suceso, Lemaire, San Juan de Salvamento, Puerto Cook y El Páramo” (Revista Karukinka N°10, Buenos Aires, octubre de 1974).
“Entre sus originalidades, registra dos de singulares características. La primera consiste en una extraordinaria carta de Julio Popper que ubica como prólogo. La segunda puede utilizarse como argumento demostrativo de la opinión argentina en la fecha, sobre la soberanía de las islas del Beagle (…) ‘La isla Picton es la llave del canal Beagle entrando por el Mar Argentino. Entre la isla Navarino y la isla mencionada pasa el canal… La nomenclatura de la parte argentina ha sido muy descuidada por el Instituto Geográfico. En la parte chilena se explica, pues hasta hoy esa nación no ha ejercido jurisdicción en ese territorio…’” (Revista Karukinka).
