n la edición de este día, el diario La Nación informa que los bandoleros Segundo Soto y Santiago Gómez fueron abatidos por la Policía Fronteriza.
Estos bandidos “fueron muertos encontrándose fortificados en la casa de Aila de donde hacían fuego con Winchester. Manifiesta además el informante, con respecto a los dos hermanos Carrasco, únicos sobrevivientes de la gavilla, que cree que pronto dará cuenta de ellos ya que se los ubica en los montes del lago Puelo, desembocadura del río Turbio; para cuyo efecto está haciendo reparar una chata y un bote para hacer lo humanamente posible para salvar la travesía del lago Puelo; que tiene más de cuarenta leguas de anchura, y en cuya orilla apuesta se halla escondida otra gavilla de bandoleros” (Ernesto Maggiori. La cruzada patagónica de la Policía Fronteriza).
La nota da cuenta que “Soto antes de morir dijo que la policía debe dar gracias a que los tomaron desparramados en la última batida que se les hizo, pues otro gallo les había cantado si hubieran estado reunidos. Declaró además que veinticinco bandidos más, al mando de Juan Duay, se encontraban en Río Pico…”
Tanto Soto como Gómez “confesaron haber sido ellos quienes atacaron el día 24 de julio al comisario Alaniz de la policía fronteriza de Río Negro y a la del Chubut el mismo día y al día siguiente”.
En ese momento, el objetivo de las fuerzas policiales se centraba en “la captura de los hermanos Bahamonde. Ese mismo mes el diario La Nación daba a conocer una noticia procedente de Rawson bajo el titular que decía: ‘Batida al bandolerismo. Muy buenas noticias se tienen de la cordillera, la policía fronteriza después de pocas semanas, ha tomado más de cincuenta bandoleros, algunos verdaderos asesinos, ladrones y violadores y muchos complicados, que el sumario que se instruye esclarecerá la complicidad de cada uno. Hay varios muertos, entre otros, el jefe de la bandada, llamado Passa, que debe varias muertes en Chile y aquí. Los muertos son cinco, y entre los tomados presos está el célebre Facundo Bahamonde, que tiene muchas cuentas pendientes en esta”.
La Policía Fronteriza, hizo saber que “treinta y dos bandidos han sido entregados al jefe, señor Bustos, de Río Negro y veinte están en Cholila bajo segura custodia. Se les secuestró 630 piezas de correspondencia, 1614 pesos nacionales, 18 pesos chilenos, recados, ropas y caballos de la compañía Leleque” (op.cit.).
Autor: Bernardo Veksler