esde estos días hasta enero de 1922, “en Buenos Aires las legaciones extranjeras hicieron sentir sus presiones en sintonía con los grandes propietarios y frigoríficos ante el Ministerio de Relaciones Exteriores (…) requerían, sobre todo información sobre la seguridad de sus súbditos en el Territorio de Santa Cruz, exigiendo garantías sobre la propiedad privada y seguridad personal” (Miguel Auzoberría, Hugo Huenul, Elida Luque y Susana Martínez. Historia de la clase obrera en Santa Cruz).
Estas peticiones de las embajadas extranjeras que contaban con connacionales en Santa Cruz, se debía a la vorágine de violencia en que se encontraba el conflicto gremial que enfrentaba a los ganaderos con los peones de las estancias.
Entre las embajadas que presentaron sus escritos a la Cancillería argentina, la británica fue la más activa, “dada la importante presencia de capitales de esa nacionalidad”. Fue una de las primeras en formular un reclamo centrado “en el ‘asalto’ a las estancias Douglas y Ladouch”.
Dos meses después, hizo otra presentación solicitando “de manera urgente la protección de súbditos residentes en Puerto Deseado, que requerían garantías para proteger vidas y propiedades, ese mismo mes (de diciembre) solicitaron información sobre las medidas militares adoptadas por el gobierno nacional ‘contra la banda de revolucionarios que operan en el distrito de San Julián’ (…), así como también le informó al ministro Pueyrredón que (…) mientras tropas de caballería compuesta solamente de 60 hombres están actuando en Cañadón León a 50 leguas de este Puerto bandoleros siguen en grupos diseminados asaltando y quemando estancias ‘Mata Grande’, ‘Nueva’, ‘Mulak Aike’, ‘Los Machos’”.
También la embajada de EE. UU. hizo llegar su reclamo en “una conversación relativa a la seguridad de Sidney J. Mac Bey, gerente del Frigorífico Armour ubicado en Puerto Santa Cruz quien habría sido capturado y tomado como rehén por huelguistas en la ocupación de Paso Ibáñez en noviembre de 2021, a la vez que informó que se encontraba notificada esa legación de que tropas del gobierno nacional habían protegido al frigorífico Armour” (op.cit.).
Los norteamericanos no se limitaron a ejercer presión sobre el Ejecutivo nacional, también lo hicieron en dos ocasiones sobre el gobernador territorial santacruceño. En un caso requiriendo informe sobre la situación del conflicto.
