or suerte en Ushuaia casi que no sufrimos la inseguridad, y caminar por las calles debería ser algo tranquilo. Pero no. La problemática de los perros sueltos es creciente y pareciera no tener solución. Da miedo cruzar un barrio porque por cuadra salen 6 ó 7 perros con el riesgo de sufrir una mordedura. A nadie le importa. Ni a los dueños, ni al Estado. Ahí están. Siempre.