lrededor de esta fecha, el gobernador de Magallanes, capitán de navío Manuel Señoret, otorga títulos de ocupación por veinte años a los primeros interesados en ocupar tierras en la isla Navarino, para dedicarlas a la explotación ganadera.
El listado de los primeros hacendados es la siguiente: “Antonio Isorna (permiso de concesión 276, del 15 de setiembre de 1893), Luis Fique (permiso de ocupación 312, del 3 de noviembre de 1893), Antonio Vrzalovic, Lawrence Hermanos, Martínez Hermanos, Grani Hermanos, J. Williams e Hijos, Fortunato Beban, Antonio Beros y otros” (Carlos Pedro Vairo y Francis Gatti. ¡Oro en Tierra del Fuego!).
Estos beneficiarios fueron seleccionados por descarte, dado que Señoret había ofrecido previamente “a muchos capitalistas de Punta Arenas, toda suerte de liberalidades a objeto de que colonizaran la isla, más, éstos ofrecimientos fueron desechados sistemáticamente por considerar que no valían el menor sacrificio”.
La declarada intensión de consumar explotaciones ganaderas, se vio alterada, en 1891, al descubrirse en Navarino que “tierras y arena contenían oro” y producirse la afluencia a esa zona de “innumerables extranjeros y chilenos en busca del precioso metal”.
En un informe del capitán de corbeta A. Yanquez C., se evaluó que Isorna poseía 400 ovinos, 200 vacunos, 10 equinos y construcciones que superaban los 10.000 pesos. En tanto Fique, contaba con 3.200 ovinos, 60 vacunos, 20 equinos y 100.000 pesos en construcciones.
Yanquez reflexionó sobre los “Indios Yaganes: Radicados en la Isla desde tiempos muy remotos, no tienen más concesión que la concesión natural que les ha otorgado la naturaleza, desde que son aborígenes y oriundos de Navarino. Cuentan con un derecho natural sobre la pequeña extensión que ocupan en la isla. Poseen: 150 vacunos, 50 caballares, $8.000 en construcciones”.
Sobre la población nativa de Navarino, expresó que “son cultos, y las misiones inglesas de religiones protestantes, han logrado educarlos. Leen y escriben el Inglés y el Castellano, hablan naturalmente el Yagan y se dedican principalmente sus actividades a la caza y a la pesca. La tribu es formada por 90 yaganes. En sus mentes primitivas, no conciben que poder o persona alguna tengan facultad suficiente para desposeerlos de lo que lógicamente por su derecho natural, le corresponde” (op.cit.).
Autor: Bernardo Veksler
