arlos Guglielmi, director del Hospital Regional Ushuaia, brindó un análisis detallado de la crítica situación en el sector de la salud de Tierra del Fuego, centrando la atención en la aguda escasez de profesionales y la carencia de incentivos que favorezcan su arraigo en la provincia.
"En nuestro país está costando mucho traer profesionales, ese es el problema. No es que la gente se vaya, el problema es que la gente se vaya y no tengamos quién venga", destacó Guglielmi, subrayando la dificultad para atraer talento médico a la región.
Hizo hincapié en que, en el pasado, Tierra del Fuego ofrecía beneficios sustanciales para incentivar la llegada de profesionales, pero con el tiempo muchos de estos estímulos han desaparecido.
"En el continente se empezó a sacar todo eso, y el último mazazo fue cuando se sacó ganancias. Esos $300 mil, $400 mil o $500 mil que le sacaban a un médico que trabajaba por $2 millones, ahora ya no los tiene que pagar. Además de no tener una vivienda porque es muy cara acá y no se consigue", añadió el director, señalando la alta presión financiera y la escasa oferta de viviendas asequibles como factores que desalientan la llegada de profesionales de la salud.
Asimismo, Guglielmi compartió su preocupación sobre la falta de medidas concretas para abordar estos desafíos, indicando que la discusión de nuevas leyes no ha traducido aún en soluciones tangibles: “Yo creo que algo va a haber que hacer, sobre todo esto que se está avanzando con determinadas cuestiones de viviendas. Pero esto es lento. Estamos hablando de acá a los próximos años”.
Al abordar posibles soluciones, subrayó la complejidad de la situación financiera y la necesidad de medidas específicas para beneficiar al sector de la salud. Además, señaló que se ha visto obligado a contratar profesionales de otras regiones debido a la falta de opciones locales: “Yo estoy empezando a contratar profesionales de afuera. Río Grande tiene ese problema, donde prácticamente el 70% son contratados y tiene otra fisonomía y otra estructura totalmente distinta y que todos se quejan por cómo funciona el hospital y siempre como que el hospital de Ushuaia era la niña mimada, que más o menos acá las cosas funcionaban bien, era distinto. Pero hoy yo ya estoy empezando a contratar, porque ya no tengo otra opción”.
A pesar de los desafíos actuales, Carlos Guglielmi expresó esperanza en los proyectos de viviendas en desarrollo y su potencial para cambiar la ecuación en el futuro. Si bien reconoció que estos cambios llevarán tiempo, confía en que puedan mejorar las condiciones para atraer y retener profesionales de la salud en Tierra del Fuego.
