Mujer recorre sola 1744 kilómetros del continente antártico
EL 23 DE ENERO DEL 2012

Mujer recorre sola 1744 kilómetros del continente antártico

23/01/2024
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ste día, Felicity Aston culmina un recorrido de 1.744 kilómetros en el territorio antártico y se convierte “en la primera persona en el mundo en hacerlo sola. Su expedición encabezó los titulares de periódicos de todo el planeta, su cuenta de Twitter aumentó de 400 a más de 9.000 seguidores (…) y su patrocinador, Kaspersky Lab, siguió día a día su recorrido” en una página web. (Natalia Noguera. Revista Carrusel. Bogotá, 22/2/2012).

“Durante 59 días, esta británica, de 34 años, (…) se deslizó sobre la Antártida. Jaló dos trineos de 80 kilos sin más ayuda que la de sus esquíes”.

La historia comenzó en “la madrugada del 25 de noviembre del 2011, un avión la dejó en la plataforma de hielo Ross. En dos meses, la aventurera atravesó el glaciar Leverett y las Montañas Transatlánticas hasta la meseta central del continente, donde desafió el viento en contra en la mayor parte del trayecto. Por último, entró a la ensenada de Hércules donde fue recogida”.

Su relación con la Antártida había empezado diez años antes, “cuando luego de recibir el grado en Física y astronomía inició su maestría en Meteorología Aplicada en la Universidad de Reading. Su primer trabajo fue ir a este continente por dos años y medio como investigadora y quedarse en la base británica de Rothera”.

También, sus expediciones alcanzaron “a la isla de Svalbard en el Ártico, a Groenlandia, a los Andes suramericanos, a Islandia, al desierto del Sahara, al sur de Marruecos, al lago Baikal y Siberia en Rusia”.

El 29 de diciembre del 2009, “Felicity y ocho mujeres de diferentes partes del mundo llegaron al Polo Sur geográfico luego de andar 900 kilómetros en un viaje de esquí. La intención del recorrido era destacar que el poder femenino sumado al trabajo conjunto da resultados que superan cualquier expectativa”.

Una vez finalizada su epopeya solitaria, explicó sus razones: “La Antártida es única. Es tan vasta, tan vieja, tan vacía... Cuando estoy allí, me enfrento a la insignificancia. Comparada con las fuerzas de la naturaleza, al tamaño del universo, me siento pequeña y vulnerable. Y al mismo tiempo, en el silencio, se hace claro qué es importante. Las cosas materiales se van a un lado. No importa qué tan cara es tu casa, cuánto vale tu auto, cuánto dinero tienes. Lo importante es la gente que amo, el tiempo con mi familia. Mi propio carácter. Por eso vuelvo” (op.cit.).

 

Autor Bernardo Veksler

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