omo si se tratara del juego del Gran Bonete todos parecen hacerse los desentendidos a la hora de mantener la limpieza del camping municipal del Pipo. La gente, que hace caso omiso de los tachos de basura; el club CAEF, que usufructúa de parte del predio; la Municipalidad, propietaria del lugar, y la empresa dueña del Trencito del Fin del Mundo, que hace del turismo su negocio, parecen estar interesadas en evitar que la mugre le gane protagonismo al paisaje.