ste día, se difunden declaraciones del entonces intendente de Río Grande Gustavo Melella haciendo pública su preocupación por el alto consumo de drogas en la ciudad y por la extensión de la red de “venta y consumo” dentro de las fábricas.
“Hoy la droga nos ganó y es un tema del que no se habla, no sé por qué. Uno tiene intuiciones de por qué no se habla, pero nos ganó a nuestros chicos”, declaró Melella a Radio Universidad.
En esa entrevista, informó de la prohibición de la venta de aerosoles a menores, “porque los chicos se drogan con desodorantes de ambiente. Esto es una locura”, expresó.
Melella consideró que el aumento de la ocupación fabril permitió el acceso a nuevos puestos de trabajo y la mejora sustancial del poder adquisitivo. Así, muchos jóvenes encontraron su primer empleo. Enfatizó que “la droga ganó las fábricas” y destacó “la preocupación de los gerentes por la venta de drogas dentro de la fábrica y el consumo. Los chicos llegan drogados” (Sur54.com)
Explicó que el fenómeno se da en un sector donde no hay pobreza ni exclusión social, todo lo contrario. Al acceder a un nuevo nivel de ingresos les permite a los jóvenes incorporarse a la demanda de vehículos, vestimenta, recreación y también de alcohol y estupefacientes como se hace evidente los fines de semana en los operativos de tránsito.
Para Melella este consumo se da “porque hay dinero, y es terrible. La sensación es que miramos para el costado, desde los políticos, la justicia, las fuerzas de seguridad que tienen que actuar. Dicen que acá no tendría que haber droga porque es fácil controlar, pero si es fácil, ¿por qué no lo hacemos?”, preguntó.
“Tal vez haya intereses superiores, pero creo que es el momento y no hay que mirar más para el costado. La persona adulta hace lo que quiere de su vida, pero los adolescentes, los jóvenes, los chicos, ¿qué ciudad vamos a tener en el futuro? Es una realidad y hay que combatirla, pero la verdad es que no se actúa, y si no se actúa hay negligencia”, reprochó.
Por otra parte mencionó que “cuando uno va a encuentros de municipios en otro país, siempre se habla de la Patagonia y el alcohol. Nos dicen que tenemos un gran problema con el alcohol. Y es una realidad. Lo vemos en el tránsito. Para mí es un flagelo que estamos sufriendo, pero no lo hablamos”, reiteró, convencido de que en esta problemática “el estado no puede estar ausente”.
