l impacto de la inflación y el ajuste sobre los haberes golpean de lleno en el poder adquisitivo de los jubilados, que cada vez más sufren la brecha entre los gastos mensuales que deben afrontar y los ingresos que perciben.
Los $685.041 que actualmente se estiman que son necesarios para abonar los costos básicos que tienen los adultos mayores están muy lejos de la jubilación mínima, que se ubica en $134.445 y que alcanza los $204.445 en caso de incluir el bono de $70.000. En tanto, el haber medio de los jubilados que no recurrieron a las moratorias es de $299.407.
Por el lado de la Pensión para Adultos Mayor (PUAM), el programa dirigido a personas mayores de 65 años que no reúnen los 30 años de aportes requeridos para tramitar la jubilación ordinaria, actualmente está en $107.556,24. Mientras que con los $70.000 del bono de refuerzo, el monto a cobrar escala a un total de $177.557.
Estos haberes corresponden al último incremento que dispuso el Gobierno para marzo, cuando las jubilaciones tuvieron un ajuste del 27,18%. La suba quedó por debajo de la inflación del primer bimestre del año, que alcanzó el 36,6%.
La medición incluye los gastos de vivienda y el rubro medicación contempla una variedad de medicamentos de diferentes patologías, considerando el descuento que se realiza en farmacias según la obra social del jubilado, que oscilan entre 40 y 80%, aportó el Informe de la Defensoría.
La Canasta Básica de $685.041 está compuesta por:
Alimentos: $197.610.
Limpieza: $93.190.
Insumos farmacia: $45.220.
Medicamentos: $108.717.
Vivienda: $117.000.
Transporte: $46.0000.
Recreación: $26.000.
Vestimenta: $25.000.
Servicios: $26.394.
El Defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, sostuvo que "los nuevos datos de la Canasta Básica de los Jubilados ratifican la situación de precariedad y miseria en la que se hunde cada vez más el sector. No es que los jubilados sigan estando mal, es que están cada vez peor y no hay perspectivas de que la situación se revierta".