ste día, se produce una sublevación dirigida por un grupo de realistas que se encontraban detenidos en Carmen de Patagones, logran controlar la ciudad y ponerla bajo la órbita de Montevideo, último reducto español en el río de la Plata. Recién en diciembre de 1814 el gobierno de Buenos Aires logra recuperar la localidad.
La aldea patagónica fue utilizada como sitio de confinamiento por razones políticas desde los últimos años del Virreinato. El intento golpista de enero de 1809, que logró neutralizar el virrey Santiago de Liniers, ocasionó la medida punitiva de recluir allí a los principales cabecillas de la asonada. Los penados tenían localmente libertad de movimientos, dado que el desierto y el mar hacia imposible cualquier intento de fuga.
Cuando se produjo la Revolución de Mayo, los pobladores se vieron influenciados por el proselitismo monárquico y no acompañaron la emancipación dispuesta por el Cabildo porteño.
La Primera Junta designó como comandante de la plaza al capitán de dragones Francisco Xavier de Sancho y dispuso varias medidas tendientes a favorecer a la localidad y neutralizar a la oposición. Entre las medidas dispuestas se encontraba el privilegio exclusivo de abastecer de sal a la ciudad de Buenos Aires y su provincia, y que todos los barcos negreros arribasen allí para la revisión sanitaria y posterior cuarentena.
El gobierno revolucionario confinó allí a los militares que habían participado del levantamiento de Liniers en Córdoba. Los reclusos encontraron apoyo entre los vecinos españoles y criollos realistas. Con esa influencia consiguieron la adhesión de los miembros de la guarnición y la pasividad de Sancho, que ante el levantamiento fue rápidamente reducido, y “los pocos guardias no comprometidos en la revuelta se rindieron” (Wikipedia).
Con el control de la plaza, los realistas establecieron contacto con el gobernador de Montevideo, Gaspar de Vigodet. Pocos días después, llegó “el bergantín mercante ‘Amazona’ procedente de Buenos Aires los rebeldes lo capturaron”. Luego coparon el bergantín ‘Hiena’, causando varios muertos entre los uniformados.
Luego de la derrota realista de Montevideo, los sublevados quedaron sin posibilidades de resistir y, el 23 de diciembre de 1814, Carmen de Patagones fue recuperada, sin encontrar oposición, por una expedición de Buenos Aires al mando del capitán Oliver Russell.
