ay una frase que lo resume todo. Desde el punto de vista paisajístico en Ushuaia “hay algo mal que no está bien”. Sabido es que el soterramiento del cableado resulta caro. Tan sabido como que desde hace un tiempo desde la órbita municipal se legisló sobre el particular, aunque la realidad demuestra que como en tantos otros aspectos al menos urbanísticos, no sirve de mucho. El abuso del tendido de cables aéreos terminará impactando, aún más, sobre la contaminación visual de un destino que se pretende turístico. Esperemos que la fantástica imagen con la que ilustramos hoy el futuro resulte sólo una exageración de nuestra parte.
