ntre los objetivos principales de esta reforma se encuentra la limitación en 15 la cantidad de legisladores, la imposición de tope a las reelecciones indefinidas en el parlamento provincial y la eliminación de los cargos vitalicios en el Tribunal de Cuentas y la Fiscalía de Estado. Además, se consagra el importante reconocimiento de las islas Malvinas y del Atlántico Sur como parte integral del territorio fueguino en la conciencia institucional de una Provincia Grande.
Uno de los aspectos más destacados de esta reforma es la decisión de avanzar en la democratización del sistema de selección y remoción de jueces provinciales, lo que constituirá en un avance significativo en la independencia del Poder Judicial.
Asimismo, se ha planteado la necesidad de resolver las incongruencias de los sistemas electorales que conviven en Tierra del Fuego, así como la eliminación de las prolongadas transiciones políticas de hasta 6 meses, impuestas por la fecha fijada para los comicios provinciales. Actualmente, los electores deben resolver su voto entre tachas, preferencias, listas sábanas y otras contradicciones de un sistema electoral fragmentado y confuso.
En contraste con esta iniciativa de actualización institucional a nivel provincial, la reciente reforma de la Carta Orgánica de Ushuaia ha generado cierta controversia por la ineficacia de varios de sus artículos recientemente modificados. A pesar de tratarse de una ciudad con una población que ronda los 100.000 habitantes, se aumentó el número de concejales de 7 a 10, y se creó la figura de la viceintendencia, sin generar ningún beneficio institucional o ciudadano hasta el momento. Esto, además, ha resultado en un incremento notable de nuevos cargos políticos en el Concejo Deliberante, que se tradujo en un crecimiento desatinado de nuevas plantas políticas para extravagantes secretarías, prosecretarias y asesores políticos para cada uno de los 10 concejales en funciones y la presidencia del cuerpo.
Por esto mismo, resulta crucial que toda reforma constitucional o de las cartas orgánicas se lleve a cabo de manera responsable y en beneficio del pueblo. En este sentido, el llamado que se realizará en los próximos meses para realizar los comicios para la elección de los convencionales constituyentes es una excelente oportunidad para rediscutir el perfil de desarrollo que precisa Tierra del Fuego. Por esto mismo, toda reforma que vaya en sentido de mejorar la calidad institucional provincial parece estar en la dirección correcta, priorizando la eficiencia, la transparencia y el respeto por los principios democráticos.
Será un momento en donde los ciudadanos y sus organizaciones de la provincia se informen y participen activamente en este proceso, de manera tal que la Convención represente las ideas y los valores que Tierra del Fuego necesita para su futuro.
