l fenómeno de la Aurora Austral sorprendió el viernes en Tierra del Fuego. Explicado por el astrónomo Diego Bagú, este evento se hizo visible debido a la intensificación del viento solar, provocando la llegada de partículas más al norte de la Antártida. La aurora, comúnmente observada cerca de los polos, deslumbró con sus luces danzantes en el cielo sureño.
El fenómeno, generalizado en el Polo Norte, se manifestó de manera excepcional en nuestra región debido al aumento en la intensidad del viento solar. La aurora, ya sea boreal o austral, se caracteriza por sus impresionantes juegos de luz en la atmósfera, producidos por la interacción de gases como el oxígeno y el nitrógeno con partículas cargadas eléctricamente provenientes del sol.
Bagú detalló que estas partículas, al chocar con el campo magnético terrestre, generan destellos luminosos al excitar los átomos de oxígeno y nitrógeno en la atmósfera. Este fenómeno, que suele observarse cerca de los círculos polares, sorprendió al expandirse más allá de lo habitual, llegando incluso al norte del Antártico y al sur del Ártico.
El astrónomo destacó la importancia del campo magnético terrestre como protector, desviando las partículas y permitiendo la vida en nuestro planeta. Sin embargo, esta vez, la intensidad del sol provocó una lluvia de partículas más intensa, resultando en un espectáculo luminoso inusual en regiones no tradicionales para la observación de auroras.
En definitiva, la Aurora Austral en Tierra del Fuego fue un espectáculo celestial extraordinario, recordándonos la belleza y complejidad del universo que nos rodea.