ste día, se concreta la firma del primer contrato de arriendo de tierras entre la Sociedad Anónima The Patagonian Sheep Farming Company y el gobernador Carlos María Moyano, que marca el inicio de las actividades ganaderas en el territorio de Santa Cruz. El directorio de la empresa estaba compuesto por los hermanos Waldron, Wood y Tomas Greenhilds. La sociedad tenía su sede central en Londres y se proponían expandir y capitalizar su inversión rápidamente.
Los campos inicialmente arrendados, fueron luego vendidos a los tenedores para asegurar su asentamiento. Así surge la estancia Cóndor, cuya primera escritura fue aprobada por un decreto del 16 de noviembre de 1894, del presidente Luis Saénz Peña.
La superficie total en poder de la empresa alcanzó a 220 mil hectáreas (200 mil de la estancia Cóndor y 20 mil de la estancia Monte Aymond). Además, la compañía adquirió otras 38 mil hectáreas en la zona de lago Argentino, conformando las estancias Cruz Aike y La Porteña. Era el conglomerado ganadero de mayor tamaño de Santa Cruz.
En la intensa evolución que tuvo esta actividad económica se distinguieron dos grupos de ganaderos, que se diferenciaban en la forma de acceso a la tenencia de la tierra. Por un lado, los especuladores, que por medio de testaferros e influencias políticas consiguieron acaparar grandes extensiones en Santa Cruz, al sur de Chile y en Tierra del Fuego; y por otro, hombres de trabajo que lograron reunir un modesto capital para solventar el costo del arriendo, comprar algunas ovejas y materiales de construcción.
En el segundo grupo se destaca William Halliday, que se instala en la margen norte de la ría de Gallego, el mismo año, dando origen al establecimiento ganadero Hill Station, que fue el primero de la zona, contaba con una extensión de 22.500 hectáreas. Halliday se inició en la actividad ganadera en Malvinas, en 1862, trabajando en la Falkland Island Company. Al enterarse de los exitosos emprendimientos y de las posibilidades de obtener tierras decidió asentarse en la zona.
Paulatinamente, estas características de los orígenes de los estancieros fueron desapareciendo y la prosperidad los unificó en la defensa a ultranza de lo conquistado.
