a senadora nacional por Tierra del Fuego, Cristina López, volvió a cargar contra la canciller Diana Mondino luego que se conociera que el Gobierno avanza con el traslado de la embajada argentina en Israel, de Tel Aviv a Jerusalén. López se había abstenido en el Senado de votar el pliego del embajador argentino en Israel, Axel Wahnish, debido a las consecuencias internacionales que implicaría para el legítimo reclamo de soberanía de las Islas Malvinas la posibilidad de mudar la embajada argentina a Jerusalén.
"Estoy seguro que pronto veremos la nueva embajada argentina en Jerusalén, la eterna capital de Israel", escribió el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Israel Katz, luego de una reunión con el embajador argentino en Israel.
La representante fueguina cuestionó que el presidente Javier Milei en "reiteradas ocasiones" se manifestó a favor de trasladar la embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén "sin tener en cuenta que esa decisión impacta y lesiona el reclamo nacional sobre nuestras islas".
"Es un capricho de Milei y una canciller que, para que seguir en el cargo, avala lo que ningún otro canciller en el mundo aceptaría", insistió.
"Si bien para hacerlo deberá tener la autorización del Congreso Nacional, la promesa de Milei de mover la embajada al territorio ocupado de Jerusalén se contrapone con la histórica postura argentina en defensa de la integridad territorial de las Malvinas e islas del Atlántico Sur", sostuvo López.
En este sentido, la senadora fueguina advirtió que "también podrían comprometerse los apoyos de aliados históricos al reclamo de nuestro país en organismos internacionales".
La postura de Milei va en contramano de las relaciones internacionales que rigen en términos geopolíticos ya que Jerusalén no es reconocida como capital por 190 países de las Naciones Unidas, que tampoco tienen embajada allí. Solamente Estados Unidos, Guatemala, Honduras y Papúa Nueva Guinea tienen embajada en Jerusalén.
La cuestión de fondo es que Jerusalén es un territorio en disputa. Israel ocupa toda la ciudad y los sectores ortodoxos la reclaman como la capital del país, por su connotación religiosa. A su vez, los palestinos pretenden la parte oriental como la capital de su aún no declarado Estado.
"La posición de nuestro país siempre fue clara, de conformidad con nuestra posición histórica y las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas”, concluyó la senadora López.
