a Investigadora del CONICET que se desempeña en el CADIC, Irene Schloss, fue consultada sobre el iceberg que esta semana se detectó en las afueras del Canal Beagle, cerca de la Península Mitre, a unos 300 kilómetros de la capital fueguina.
Sostuvo que “los icebergs se desprenden de los glaciares en una dinámica que es completamente natural”.
Según explicó, la nieve que precipita en la zona polar se va acumulando arriba de los glaciares en la Antártida. La acumulación en el interior va empujando al hielo por gravedad hacia la costa y generan tensiones internas, se forman grietas y eso hace que cuando esa masa de hielo llegue a la costa se produzca la ablación de ese hielo y se desprendan los témpanos Una vez que los témpanos están en el agua empiezan a desplazarse llevados por las corrientes.
Son muchos los factores que influyen en la formación de témpanos, por ejemplo, el cambio climático que hace que el hielo de los glaciares se derrita más rápido y que el agua de los océanos aumente su temperatura y carcoman el témpano por debajo de la superficie. Esto hace que se debilite la masa de hielo y se desprenda más fácilmente.
Puede ser que el cambio climático influya para que esto se produzca más frecuentemente pero no podemos endilgar al cambio climático el desprendimiento de este témpano en particular. “La dinámica del hielo es así, los glaciares están en movimiento constante y hay procesos de gravedad, de precipitación, transporte lateral de las masas de hielo, por lo tanto que se desprendan témpanos de hielo es un fenómeno natural”, resaltó.