ste 1 de julio comienza a regir la obligatoriedad de uso de receta electrónica en todo el país y consultamos a Ignacio Naguila, referente del grupo San Martín, para que nos informe al respecto.
Este indicó que desde la entrada en vigor hay un periodo de acondicionamiento de 180 días para que las obras sociales puedan cumplimentar el procedimiento.
“La receta, sin bien está vigente desde hace mucho, funciona y funciona muy bien, tiene sus pros y sus contras”, manifestó Naguila aunque admitió que son más las ventajas que las desventajas. Sostuvo que “los pros son un montón”. En este sentido mencionó que si uno tiene dudas con la prescripción, uno se saca de encima la mala letra, el error de prescripción, las dosis, las unidades” ya que “lo que está plasmado es muy visible y es corroborable en el momento, no tenés la duda o la doble interpretación”. Entre las ventajas también está “el control de las prescripciones que hacen las obras sociales para evitar abusos en la toma de medicamentos”.
Con respecto a las desventajas señaló que tienen que ver con el acceso a la receta electrónica ya que este lo tienen solamente las farmacias convenidas con la obra social. “Hay farmacias de turno que no atiende OSEF, entonces en ese caso sí se hizo la prescripción electrónica van a ir a una farmacia y esa farmacia no va a tener la posibilidad de verla para poder hacer la prescripción sin la cobertura”, comentó.
En relación a si la implementación de la receta electrónica obliga a que el médico tenga al menos una computadora en su consultorio, Naguila respondió que no es necesario dado que casi el 99 por ciento dispone de un teléfono celular. “Tengo entendido que hay aplicaciones que se contratan y a partir de ellas uno tiene acceso a las distintas obras sociales”, acotó.
Informó que las obras sociales que ya tienen receta electrónica son OSEF y todas las obras sociales que tengan convenio con FACAF (Federación Argentina de Cámaras de Farmacias) y Confederación Farmacéutica, entre ellas OSDE, Swiss Medical, Unión Personal, PAMI. Y aclaró que “la tienen hacia las farmacias que tengan convenio con su obra social”.
“Las farmacias nuestras no tienen convenio con los gastronómicos. Yo no tengo posibilidad de ver una receta de gastronómicos. Si viene un gastronómico cuando yo tengo una sucursal de turno, a menos que me traiga una receta en papel yo no tengo la posibilidad de ver las prescripciones”, ejemplificó.
Entendió que a partir de enero de 2025, las farmacias tendrían plataformas para poder hacer las consultas tanto de las obras sociales con las que tengan convenio como de las que no. “No está definida esa parte si será a partir de un mismo acceso. Puedo tener una obra social con la que no tenga convenio pero tener el acceso a la información del paciente. Eso podría darse, habría que ver los casos puntuales”, expuso.
En cuanto a los medicamentos que precisan doble receta, explicó que “las recetas electrónicas son recetas donde el prescriptor tiene que loguearse y tener sus datos validados, por lo tanto cuando nosotros bajamos la receta de la plataforma es una receta oficial. Al ser receta oficial, en este momento, por una resolución que hay en la provincia, nosotros la podemos reimprimir y esa sí funciona como duplicado”. Sí se requerirá una receta papel, a modo de vale, para psicotrópicos y estupefacientes, tales como opiáceos, morfinas y derivados.
Por último, en torno a las prescripciones para tratamientos prolongados que necesitan varias cajas de medicamentos explicó que “lo que está haciendo, por ejemplo PAMI, si el paciente necesita tres cajas lo que hacen es darte una caja y te adelantan las recetas. Si la prescripción es de treinta comprimidos y si la caja es de treinta comprimidos, vas a necesitar adquirir una caja cada treinta días, ellos te habilitan una receta cada treinta días. Las personas no compran las tres cajas juntas sino que compran una caja todos los meses y eso justifica el control de dosis”.
