ste día, las delegaciones británica y argentina, reunidas en Buenos Aires, alcanzan un acuerdo por el cual “se facilita el desplazamiento de personas entre las República Argentina y las islas Malvinas usurpadas por los británicos, se facilitan las comunicaciones postales, telegráficas y telefónicas y servicio marítimo de los isleños con nuestro país. A su vez el gobierno argentino queda predispuesto a cooperar en los campos sanitario, educacional, agrícola y técnico” (Rodolfo Cananor. Cronología Patagónica).
Este acuerdo fue el desenlace de las conversaciones iniciadas en abril de 1970, que posibilitó que la Cancillería argentina enviara propuestas sobre los vínculos con el archipiélago.
En junio de 1971 se reiniciaron las conversaciones bilaterales en Buenos Aires, con la particularidad que la delegación británica incluyó isleños, entre ellos el gerente de la Falkland Islands Company. Estas negociaciones se realizaron bajo un "paraguas de soberanía" y culminaron con la aprobación de medidas prácticas para facilitar el movimiento de personas y bienes entre el continente y las islas.
La estrategia del general Alejandro Lanusse fue vincular en forma progresiva las islas al territorio continental. Un diplomático sostuvo que "el propósito de estos acuerdos era influir en la opinión pública de los isleños y ahondar su interés por la cultura, política y contactos imprescindibles para consolidar cualquier negociación política".
Este proceso fue completado por otros dos convenios durante 1972. Los representantes de ambos gobiernos suscribieron acuerdos sobre la construcción y operación de un aeródromo en las Malvinas por parte de nuestro país, para vincular a los isleños con la Argentina, la apertura de una agencia de LADE en la capital malvinera y la iniciación del servicio aéreo regular entre las islas y el territorio continental.
Con el retorno a la democracia, el gobierno justicialista tuvo como objetivo prioritario la recuperación de la soberanía del archipiélago y consideró que la política llevada a cabo por el gobierno de facto facilitó el interés británico de eludir el tema central de la recuperación del territorio ocupado por los británicos. La Cancillería comprobó “que el Reino Unido había perdido interés en tratar el tema central: la soberanía de las islas Malvinas en su transferencia a la República Argentina” (op.cit.).