or Redacción EDFM El inicio de las denominadas “vacaciones de invierno” está previsto por calendario para el lunes 15 del corriente mes. Así lo dispusieron las autoridades educativas previo al inicio del presente ciclo lectivo.
No obstante, las bajas temperaturas –que llegan a valores históricos- obligan a repensar tanto la extensión como el inicio del receso.
Por un lado, los partes del Servicio Meteorológico Nacional prevén que las inclemencias climáticas van a continuar durante todo julio. Además, a las bajas temperaturas se han sumado en las últimas jornadas fuertes vientos que han obligado al organismo a emitir alertas a la población.
Todo hace suponer que no va a haber una mejoría durante los próximos días. Así las cosas, la posibilidad de extender el período de receso en una semana –adelantar el inicio para el próximo lunes 8- es un planteo que deberían hacerse quienes están a cargo de la cartera educativa sino también en conjunto con otras áreas de gobierno, por caso, el Ministerio de Salud.
Los profesionales sanitarios vienen advirtiendo sobre los efectos peligrosos que pueden generar en la población la exposición a tan bajas temperaturas durante períodos extensos. La amenaza recae no solo sobre sectores de riesgo –bebés, integrantes de la tercera edad, personas con algún tipo de patología-- sino sobre el total de la población.
En tal sentido, la franja etárea de niños, niñas y adolescentes se ve expuesta de manera cotidiana a las inclemencias del tiempo. Si bien la rutina hogareña se vería afectada por una medida de estas características, es responsabilidad de quienes tienen a su cargo la toma de decisiones optar por un “mal menor”, atento a que de lo que se está hablando es de la salud.
Otro aspecto a tener en cuenta –y dada las circunstancias que han sido de público conocimiento- está relacionada con el ahorro en el consumo de gas que traería aparejada una semana con escuelas cerradas.
De llegar a adoptarse una medida de este tipo, desde el Gobierno debería establecerse un plan de contingencia para la recuperación de esos cinco días de clase “perdidos”, que en los hechos son cuatro, dado el feriado del 9 de Julio.
En fin, solo un punto de vista ante una situación de coyuntura que permite alguna anticipación.