n absoluto estado de gracia, la albiceleste logró un nuevo título al consagrarse campeón de la Copa América 2024.
Ante un Hard Rock Stadium colmado, la selección Argentina al mando de Messi, su indiscutido capitán que con 43 finales se convierte en el jugador con más participaciones en esta instancia en la historia del fútbol, venció a su par de Colombia con un golazo del “torito” Martínez, en un vibrante encuentro.
A la emotividad de la obtención de un nuevo título se suma una alternativa tanto o más significativa, como lo es que este haya sido el “último baile” de Angel Di María con la celeste y blanca.
Con este triunfo, el equipo conducido por el cuerpo técnico que encabeza Lionel Scaloni presenta una contundente seguidilla de títulos: Campeón de la Copa América 2021 (1-0 a Brasil), Campeón de la Finalísima en Wembley en 2022 (3-0 a Italia), Campeón del Mundo 2022 (3-3 con Francia y triunfo por penales) y nuevamente Campeón de la Copa América 2024.
De los 76 partidos jugados, ganó 55, empató 16 y perdió apenas 6. Rodrigo de Paul es el que más jugó, 69 encuentros, y Messi es el máximo goleador, con44 tantos. .
Culminados los principales torneos en América y Europa, el próximo compromiso de la “Scaloneta” será defender el título intercontinental ante España, que ayer se consagró campeón de la Eurocopa al vencer sobre la hora a Inglaterra.
Si bien este encuentro aún no está definido ya que no depende de FIFA, sino de un acuerdo entre Conmebol y UEFA, la proyección indica que se desarrollaría entre junio y julio del próximo 2025.
De igual manera, al haberse disputado la última oportunidad en Inglaterra, todo hace suponer que en esta oportunidad el escenario corresponda a un país de nuestro continente.
La organización: un capítulo aparte
Sin dudas, tanto la Conmebol como el anfitrión de la copa América no estuvieron a la altura de las circunstancias.
Por mucho que se intente disimular, desde el vamos la cuestión se presentó complicada. La polémica por las condiciones del césped en los distintos escenarios fue central, y si bien es cierto que en definitiva la impresentable condición del piso fue para todos la misma, no es excusa para quien pretende recibir el mayor evento futbolístico del continente.
El bochorno del partido por el tercer puesto, en el que la seguridad presentó graves falencias, y lo acontecido ayer en la final merecen un capítulo aparte, y bien vale preguntarse qué hubiese ocurrido si semejante situación se hubiese dado en cualquier otro país americano.
Por último, vale referenciar el antojadizo apego a las reglas por parte de la Conmebol que no dudó en sancionar a los técnicos de las selecciones que incumplieron con el tiempo estipulado para el entretiempo, y en la final permitieron que el plazo entre un tiempo y otro fuera de más de 25 minutos. Realmente, muy poco serio.
Resulta sencillamente inaceptable suponer que este evento fue utilizado como sala de ensayo par afrontar el compromiso de ser una de las sedes de nada más y nada menos que la próxima copa del mundo. Si este fue el caso, Estado Unidos reprobó el exámen.
