ste día, desembarca en la costa chilena el francés Orllie-Antoine de Tounens, autodesignado rey Orllie-Antoine I de Araucanía y Patagonia.
Su pretensión estaba basada en que ningún estado hasta ese momento había ejercido una soberanía efectiva sobre esa región; dado que Argentina consideraba al río Negro como su límite sur y Chile aún no había podido doblegar la encarnizada resistencia de la etnia araucana- mapuche.
Una vez que consolidara su posición, el francés se proponía "Reunir las repúblicas hispanoamericanas bajo el nombre de una confederación monárquica constitucional dividida en diecisiete estados", según consta en sus memorias.
Algunos inmigrantes franceses radicados en la región le brindaron hospitalidad y entró en contacto con caciques araucanos, entre ellos Quilapán, "jefe de las tribus moluches o 'arribanas' establecidas en la falda oriental de la cordillera de los Andes, quien profesaba a Chile un odio inextinguible a quien su padre el 'toqui' Mañil antes de morir lo había juramentado para luchar contra el gobierno chileno" (Álvaro Cuadra. El Rey de Araucanía. www. argenpress).
El permiso del cacique y de un grupo de comerciantes le permitió ingresar a tierras dominadas por los nativos. "Iba escoltado por un mestizo que le hacía las veces de ayuda de
cámara e intérprete y por dos compatriotas, llamados Lachaise y Desfontaines”.
Para impresionar a los habitantes de Arauco "tenía la cabeza cubierta por una espesa melena, cuyos rizos se esparcían por la espalda. De su macilenta fisonomía se descolgaba una barba de profeta. El vestido consistía en la levita, ceñida a la francesa, pero cubierta en parte con un poncho mapuche; llevaba colgado al cinto un corvo sable de caballería".
Compartió con los caciques su propósito de erigirse en rey y promulgó el primer decreto:
"Nos, príncipe Orllie-Antoine de Tounens. Considerando que la Araucanía no depende de ningún otro estado; que se halla dividida por tribus y que un gobierno central es reclamado tanto en interés particular como en el orden general, decretamos lo que sigue: Art. 1°: Una monarquía constitucional y hereditaria se funda en Araucanía; el Príncipe Orllie-Antoine de Tounens es designado Rey”.
Su presencia y el apoyo que logró de varias tribus sorprendieron al gobierno chileno, que de inmediato reaccionó y encarceló al frustrado monarca.
