l respeto por la normas ambientales parece haber tomado un giro intrigante digno de una novela de misterio. Las empresas ¨Río Chico¨ y ¨Transisland¨ están en el centro de una jugosa investigación judicial.
Resulta que su definición de "gestión ambiental" no es tan ejemplar como el maravilloso paisaje que las rodea. ¡Quién lo hubiera imaginado!
Sucede, que la Justicia penal ha decidido mirar de cerca este fascinante enfoque del desarrollo sostenible de ambas empresas, donde el acopio de material plástico industrial supuestamente se realiza "fuera de libreto". Parece que la alta gerencia empresarial ( y varios funcionarios distraídos) han olvidado que en el gran juego del medio ambiente, las reglas sí importan. Pero, como dice el viejo refrán, "el que las hace, cada tanto, las paga". Y ahora, con todos los ojos puestos en ellas, el paisaje de Ushuaia promete volverse aún más interesante.