n la gran pantalla del desastre ambiental, los protagonistas no son otros que los inconfundibles bolsones de plástico industrial de la empresa Río Chico. Transportados entre Ushuaia y Río Grande, estos personajes de "Feos, Sucios y Malos" no necesitan disfrutar de la belleza natural de Tierra del Fuego; ellos están demasiado ocupados causando todo daño ecológico posible.
Mientras tanto, el Estado, con actuaciones dignas de un Oscar en la categoría de "Mejor Inacción", mira tranquilamente desde las gradas, dejando que los plásticos se conviertan en un eterno tour turístico por una región que definitivamente no pidió ser la estrella principal.
En esta tragicomedia ambiental, jugar con el medio ambiente nunca fue tan desvergonzado y despreocupado. ¡Aplausos para todos!