a campaña destinada por un lado a concientizar, y por otro a desarrollar actividades concretas para mejorar la higiene urbana viene dando muy buenos resultados. Claro está que para que esto realmente se convierta en un auténtico proceso virtuoso requiere de una correcta interpretación del mensaje por parte de los vecinos de nuestra ciudad.
“Más limpia” refiere a evitar ensuciar, a colaborar con las recomendaciones para la adecuada recolección de residuos. Nada más lejano con el concepto que el depositar sobre la vía pública un lavarropas. Cierto es que a veces lo que falla es el mensaje, pero en casos como este, sin duda al que le falla es al vecino/a, tan comprometido con el lugar que habita.
¿Será que lo que tiene lavado es el cerebro?