l secretario del Juzgado Federal de Río Grande, Juan Vicente, dio detalles sobre el llamado caso Frankfurt.
Informó que el lunes, la jueza dictó el procesamiento de cinco personas que habían sido objeto de investigación desde el mes de febrero, a partir de llamadas anónimas al 101. La instrucción la llevó a cabo la Fiscalía Federal de Río Grande junto con la Prefectura Naval.
A partir de tareas investigativas “se observaron algunas maniobras que eran compatibles con lo que comúnmente se conoce como un narcomenudeo, pequeñas organizaciones que mueven pequeñas cantidades de droga, estupefacientes, sobre todo cocaína, toman pequeñas cantidades, las estiran con alguna sustancia que pueda servir para la adulteración de la droga y después la fraccionan en pequeñas cantidades para distribuirla”.
Vicente añadió que “a raíz de otro evento que sucedió en Río Grande, un incidente con un vehículo en la puerta del local que estaba siendo objeto de investigación, se precipitó la investigación para hacer los allanamientos y las detenciones de estas personas para poder concluir con esta primera etapa investigativa” de la causa caratulada por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.
El secretario señaló que a partir de los allanamientos que se hicieron se secuestraron distintos elementos en los domicilios de estas personas y también cosas que estaban en el local comercial.
Por otro lado, comunicó que había cuatro personas detenidas pero una vez que se dictó el procesamiento y se reunieron las pruebas que se creían suficientes, quedaron en libertad. En este sentido explicó que el Código Procesal Penal tiene como regla que las personas tienen que permanecer en libertad durante el proceso y la prisión es la excepción. Para que esa excepción pueda correr tiene que haber peligro de fuga que esté acreditada, es decir, la posibilidad de que las personas no sólo puedan salir de la provincia o del país sino también que puedan permanecer ocultas, lo cual requiere cierta logística y bastantes recursos, y por otro lado que puedan entorpecer la investigación. “Por lo que se acreditó en lo que se investigó no existía este riesgo de estas personas y por ese motivo es que continúan en libertad sujetos a las condiciones que permite imponer el Código”, resaltó.
Consultado sobre si dos de las personas involucradas en la causa son de la capital fueguina, el doctor Vicente dijo que “hay dos personas identificadas como oriundas de Ushuaia, actualmente tienen domicilio en Tolhuin” pero que en principio no estarían relacionadas con la causa. “Esas personas habían sido advertidas. Fueron interceptadas dos días antes del allanamiento en Río Grande en una camioneta en la cual había cocaína. En ese momento, cuando se produjo ese hallazgo fortuito, porque no era parte de una investigación previa, no existían otros elementos que permitieran conocer cuál era el origen de la droga y cuál era su destino. No se podía establecer a ciencia cierta si era con fines de comercio o no. Eso continúa investigándose pero no se pudo establecer ese vínculo entre esas personas y la causa que estamos investigando en esta oportunidad”, comentó.
Sobre si el local comercial Frankfurt sería una especie de pantalla para la venta de droga, el secretario aseveró: “Era un local de comidas, vendía comidas, una actividad normal gastronómica pero las personas que regenteaban ese lugar, además tenían una actividad de venta de estupefacientes. En algún momento, la actividad propia de un local que tiene delivery pudo haber servido para disimular alguna entrega de droga”.
En torno a la posibilidad de dar con las grandes organizaciones delictivas que proveen de droga a Río Grande, mencionó que “siempre que se inicia una causa de narcocriminalidad, más allá de que se inicie a partir de actividades de narcomenudeo, las fuerzas de seguridad están instruidas y también así lo hace el Ministerio Público Fiscal para encontrar toda la cadena de suministro. A veces es posible, a veces no. Cuando son actividades muy pequeñas y de poco movimiento y de poca venta, la provisión de esa droga no es tan asidua, entonces no es tan fácil encontrar el mecanismo por el cual se obtiene esa sustancia”.
Por último, remarcó que “siempre la función y la misión tanto del Ministerio Público Fiscal como del Juzgado, cuando tiene que hacer las instrucciones es, tratar subir lo más posible en la escala de distribución”.