stancieros aseguran que cada vez los preocupa más debido a que las jaurías atacan con más frecuencia al ganado ovino e incluso a animales silvestres, como los guanacos.
Ante la amenaza latente que parece en descontrol, carteles como el de la imagen, que advierte que perros protectores de ganados se encuentran “trabajando”, son comunes en la zona.
La pregunta (retórica) es cómo hacer para erradicar estas jaurías destructoras que arrasan con sus presas. La provincia necesita abordar de manera mancomunada la problemática, que hoy representa un peligro para estancieros y su ganado, pero ya lo es también para la fauna autóctona e incluso las personas que transiten por estas zonas.