n un telegrama, que envía este día, desde Puerto Natales, Gunther Pluschow le trasmite a su esposa Isot Kempfe la alegría de haber podido reparar el ‘Cóndor de Plata’, su pequeño avión.
“¡Isot! Viva, Viva, al fin estamos listos con el ‘Cóndor de Plata’ (…) Este tiene que ser mi año de la suerte. Yo sé y lo siento así”, reflejando el optimismo que insuflaba a su vida.
En otro párrafo, hace una descripción del lugar: “Dice la gente aquí que desde hace 10 años no ha habido una mañana primaveral como la de hoy. Frente a mi carpa se extiende, límpido como un sueño, el lago gigante, helada y clara brilla el agua. La montaña alrededor de nosotros refulgura (sic) en el sol mañanero que hace resplandecer las puntas de hielo de las cumbres (…) ¡Ah querida, yo jamás seré otro ni por un mundo de oro puro! Que de ese montón de escombros, de esos desechos que encontramos, el avión haya surgido otra vez ¿no es un regalo del destino? ¿No es eso un gesto sonriente que sugiere borrar todas las dudas y reflexiones?” (Roberto Litvachkes. Pluschow secreto).
Ese día, el ‘Cóndor de Plata’ vuelve a volar “con destino al Lago Sarmiento. Allí se establece el campamento desde donde arremeterían nuevamente contra el Cerro Paine (…) el 18 de enero extendió sus vuelos a Calafate y asistió conmovido, desde el aire, a los estruendosos desprendimientos de bloques que se vuelcan en el Canal de los Témpanos” (Roberto Litvachkes.Revista Todo es Historia N° 477).
Pluschow y su compañero de aventuras Ernst Dreblow acampan en la ensenada Rico, donde “comenzó una serie de arriesgados vuelos hacia los glaciares que caían sobre el Lago Argentino”. Una tempestad los obliga a buscar refugio “en un pequeño lago en la alta cordillera” y el avión “volvió a sufrir averías: los largueros izquierdos del ala estaban algo enclenques y el flotador izquierdo perforado por una roca”. Tuvieron que improvisar elementos para reparar los daños. “Durante tres eternos días, casi vencidos por el frío, acamparon en aquel lugar, sin víveres ni equipamientos”.
El último registro escrito fue del 28 de enero. A “las 11 de la mañana harían un último intento por salir de ese lugar. A las pocas horas su avión se desploma a 70 km. de Calafate”. Se lanzaron en paracaídas. Dreblow cayó en el lago y no pudo superar el contacto con las aguas heladas. A Pluschow la hélice le rompió el paracaídas y murió al caer en tierra.
