Las vacaciones y la exposición de los niños al grooming
Delitos informáticos

Las vacaciones y la exposición de los niños al grooming

Con el término del ciclo lectivo, los más chicos se predisponen a estar más tiempo con sus celulares o computadoras. Esto aumenta el riesgo de acoso virtual. El Profesor Aníbal Lazzaroni, dio recomendaciones para que las familias protejan a sus hijos de cualquier tipo de acoso latente y también remarcó la importancia de realizar la denuncia en caso de que se detecte esta clase de delito.
14/11/2024
A

níbal Lazzaroni, Profesor en Investigación Criminal y Director de Prevención del Delito en Tierra del Fuego, brindó recomendaciones para que las familias puedan preservar a los más pequeños ante delitos informáticos.

El inicio del periodo vacacional, tras el término del ciclo escolar, hace que los menores se predispongan a utilizar más las computadoras o teléfonos celulares y esto incrementa el riesgo de que puedan ser víctimas de acoso.

Lazzaroni indicó que la exposición en redes sociales va a ser mucho más alta y remarcó la importancia de los controles parentales. En este sentido señaló que los papás van a tener que determinar qué tiempo pueden permanecer conectados sus hijos y sobre todo empezar a tener cuidado con los contactos que pueden tener a través de distintas redes sociales o distintos juegos con personas que no conocen.

“Hay que poner bien el foco en nuestros hijos, en el cuidado, no permitir que se nos escapen detalles, cualquier niño puede estar en una situación de acoso o de abuso a través de la virtualidad. Ver, observar, ver si  hay cambios de conducta, ver si hay algún tipo de anomalía con respecto a lo que están desarrollando los chicos”, subrayó.

El especialista también hizo hincapié en la importancia de denunciar este tipo de situaciones. Explicó que la denuncia que debe efectuarse es de índole penal ya que “estamos hablando de delitos que están circunscriptos en el artículo 131 del Código Penal, que tipifican específicamente esta acción antijurídica donde tenemos a una persona adulta que contacta al menor por un medio electrónico”. Agregó que esta denuncia se puede efectuar tanto en la comisaría como en la Fiscalía.

“Todas las familias tienen que entender que ante una situación de este tipo hay que hacer la denuncia. Que en la provincia de todos los casos que hemos llevado a la Justicia ninguno salió con sentencia desfavorable”, manifestó y destacó que “eso habla bien de la Justicia fueguina”.

“Tenemos una situación donde jamás ha sido expuesta la identidad de un niño que ha sido denunciado o que esté bajo un proceso. Eso también es importantísimo. Nunca se fugó la identidad de un menor y eso habla de que se cuidan todos los parámetros y protocolos que hay para la denuncia con menores y no hay fuga de identidad. Esto tiene que darles la tranquilidad a las familias fueguinas de que si hacen una denuncia va a ser tratada como corresponde. Hay una forma de investigar que llega a buen puerto con estas situaciones. Obviamente que hay que cuidar la evidencia porque si hacemos una denuncia sin cuidar la evidencia tampoco es posible hacer una investigación judicial”, mencionó.

Lazzaroni puso de relieve, además, que los chicos solos pueden hacer la denuncia a partir de los 13 años de edad, esto se lo otorga la autonomía progresiva. “Si no tienen la posibilidad de contactarse con un adulto para que los apoye, para que los guíe o para que los acompañe a hacer una denuncia ellos la pueden hace solos y es una obligación del Ministerio Público y de las fuerzas de seguridad tomar esa denuncia”, recalcó.

El Profesor insistió con que las familias tienen que empezar a entender que la virtualidad llega para quedarse con muchas situaciones de riesgo. “Tenemos mucha sobreexposición, muchos daños clínicos,  psicológicos y cognitivos en los chicos. Entonces necesitamos por parte de los adultos responsables entrar un poco más en esta cuestión de involucrarnos con lo que están haciendo nuestros hijos para saber a dónde están entrando y regular los tiempos de exposición también”, recomendó.

Por otra parte, informó que a partir de un trabajo de campo que realizó sobre una gran cantidad de adolescentes, de entre los 11 y los 15 años de edad, quedó en evidencia que hacen uso de 69 horas de conexión semanales, número que consideró “altísimo”.

“También los adultos responsables tienen que poner determinadas normas en el límite para que se haga uso y no abuso porque ese daño no involucra solamente a la familia sino también a la salud público porque empezamos a saturar el sistema de salud pública con lo que se podría solucionar desde la casa”, cerró.

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