l senador por Tierra del Fuego, Pablo Blanco, expresó profunda preocupación por la persistente crisis energética que afecta a Ushuaia. Durante una reciente evaluación de la situación, subrayó que el origen del problema se remonta a la primera gestión de la exgobernadora Fabiana Ríos. Según Blanco, desde entonces ha habido una crónica falta de inversión y mantenimiento, lo que ha llevado al estado crítico en el que se encuentra actualmente la red eléctrica de la provincia.
En su análisis, el senador destacó la urgencia de realizar gestiones para desbloquear los recursos del Fondo para la Ampliación de la Matriz Productiva (FAMP), que ascienden a 160 millones de dólares. Blanco explicó que su objetivo es que el Gobierno Nacional viabilice estos fondos para financiar mejoras necesarias en el parque eléctrico local, que se ha visto afectado por la falta de inversiones a lo largo de los años. La carencia de una infraestructura adecuada ha contribuido a la creciente demanda energética en una ciudad como Ushuaia, donde el crecimiento poblacional y turístico ha ido en aumento, pero la capacidad de generación eléctrica no ha evolucionado en la misma proporción.
A su vez, Blanco resaltó que la falta de inversión no es un desafío exclusivo de Tierra del Fuego, sino que también se ve reflejado en otras provincias del país. Los recortes de fondos nacionales han impactado negativamente en la ejecución de obras, llevando a la paralización de muchas de ellas y dejando a varias proyectadas sin posibilidades de financiamiento. En este contexto, destacó que el proyecto de presupuesto nacional para 2025 no contempla los recursos que se habían comprometido anteriormente, lo que representa un golpe más para las obras de infraestructura en la provincia. Aparte de algunas iniciativas menores, como el mantenimiento y pintura de la Ruta 3, enfatizó que no hay grandes proyectos planificados que respondan a las necesidades de la región.
Blanco también subrayó que los acuerdos que la provincia firmó con el Ejecutivo nacional para la continuidad de obras relevantes no se reflejan en el presupuesto para el próximo año. “Esto crea una incertidumbre sobre el futuro energético de Ushuaia y de Tierra del Fuego en general”, manifiesta el senador, quien considera que la falta de una planificación adecuada y de recursos comprometidos puede tener consecuencias graves para el desarrollo de la región.
Además, el senador hizo un llamado a la atención sobre los planes de apertura de importaciones que ha estado llevando a cabo el gobierno. Aunque la administración actual ha afirmado que no habrá modificaciones al régimen promocional de la provincia, Blanco sostiene que es crucial analizar las medidas de apertura de importaciones, ya que en muchos casos podrían perjudicar directamente a la industria local. La producción en Tierra del Fuego ha sido parte fundamental de la economía provincial, y una apertura indiscriminada podría amenazar el trabajo y los emprendimientos de la región.
Finalmente, Blanco concluyó que es esencial que la Nación cuente con un presupuesto sólido para poder avanzar en proyectos que beneficien a las provincias. “Si el gobierno se aferra a un presupuesto reconducido como el de 2023, corre el riesgo de utilizar los recursos en beneficio exclusivo de la Nación, sin considerar las necesidades de las provincias”, alertó Blanco.
Por esto mismo, opinó que es fundamental que la atención a la crisis energética en Ushuaia y Tierra del Fuego sea una prioridad para atender un problema que ya lleva demasiados años afectando a la comunidad. La liberación de los fondos del FAMP y el compromiso real con el desarrollo de la infraestructura energética son pasos cruciales para lograr una solución sostenible a este desafío, sintetizó el integrante de la Cámara alta.