ste día, se difunde el registro de la presencia del visón en la isla Navarino, según lo publicado por el diario La Prensa Austral a partir de la labor realizada por el Servicio Agrícola y Ganadero chileno (SAG).
Se capturó un ejemplar a dos kilómetros de Puerto Williams y para los pobladores del lugar se trataba de un animal extraño.
Al visón se sumaban los casos más conocidos de la rata almizclera y el castor, los perros y gatos asilvestrados y el ganado bagual como especies exóticas que interactúan perniciosamente con las especies nativas.
En la comuna de Cabo de Hornos existen siete especies de mamíferos terrestres nativos y los exóticos ya han superado ese número al detectarse nueve especies. Así, “la diversidad taxonómica de mamíferos exóticos es superior a la diversidad nativa a nivel de número de especies, géneros y familias” (Anales Instituto Patagonia, (Chile), 2003).
Los datos posteriores de captura y avistamiento de visones “sugieren un rápido crecimiento poblacional en la isla Navarino. Además, habrían expandido su rango de distribución”. Alcanzando el sur de Isla Hoste. El visón, según los datos colectados, se adapta a los ambientes litorales y ribereños, a los bosques y lagunas interiores, y también frecuenta las casas rurales o vecinas a Puerto Williams.
Se han certificado muestras de su agresividad al registrarse huellas de sus mordeduras en muchos perros.
Pudo constatarse que su dieta es diversa: pingüinos, huevos de caiquenes, peces y aves de corral.
“El visón posee muchos de los atributos característicos de las especies exóticas invasoras: alta tasa reproductiva, generalistas de hábitat y/o dieta, alta capacidad de dispersión y asociación con los seres humanos. El visón es un voraz depredador que podría tener un alto impacto negativo sobre la avifauna de la Comuna Cabo de Hornos, la que ha evolucionado en ausencia de mamíferos carnívoros nativos y que presenta una alta proporción de especies que nidifican en el suelo. Severos impactos negativos del visón sobre la avifauna acuática se han reportado para Aysén y el sur de Argentina”.
Los visones fueron introducidos en criaderos de Punta Arenas en los años treinta. En tanto en Argentina en los cincuenta existían sesenta criaderos. Los ejemplares liberados se adaptaron rápidamente y se expandieron por la región para convertirse en plaga al menos en la región de Aysén.